¿Será que el huevo es colesterol puro o eso es un superalimento?
Porque todo el mundo vive con miedo. Es el único alimento que la gente vive haciendo cuentas diciendo, «Tú no te puedes comer más de X.» ¿A ti te han dicho alguna vez que no te puedes comer más de tres brócolis a la semana o que no te puedes comer más de dos pollos a la semana o que no? Beneficios del huevo. Imagen superior de Myriams-Fotos en Pixabay
Beneficios del huevo.
Pero el huevo es el único que nos dijeron, nos metieron el cuento de decir, «Comerte más de uno al día, más de tres a la semana, que eso te aumenta el riesgo de colesterol alto, que eso te va a acabar con el corazón, que eso te va a producir infartos. Eso te lo han dicho. Eso también me lo han dicho a mí.
Eso fue lo que me enseñaron a decir a mí en la Facultad de Medicina. ¿Qué pasa si yo te digo que esto es un mito? Pero más allá de que tú me creas, porque yo no quiero que tú me creas, yo quiero que tú entiendas, porque lo que sí afecta tu colesterol no son los huevos, son todas las cosas que vivimos haciendo en el resto de la vida.
Todos esos cereales o toda la comida del fitness, todos los jugos light, todos los yogurcitos light, todos los panes integrales ultraprocesados, todo el resto del estilo de vida, muchas veces todo lo que creemos que es ser saludable y no es saludable. Porque hoy en día, yo a veces me paro al frente de estas góndolas de los supermercados de lo que es supuestamente saludable y digo, «Dios mío, es que definitivamente el marketing puede con todo y nos hacen creernos un
montón de cuentos.»
Por eso, hoy vamos a romper uno de los mitos más grandes que hay en la nutrición moderna. Te voy a explicar qué es lo que realmente pasa en tu cuerpo si te comes tres o cuatro huevos al día y por qué, por el contrario de lo que crees, puede ser una de las mejores decisiones que puedas tomar para tu salud.
¿Qué es el colesterol?
Recordemos por un segundo qué es el colesterol y cómo funciona esto. Quiero que pares por un segundo y por favor quédate con esto. El colesterol es tu amigo. El colesterol no es tu enemigo. Es una molécula esencial para la vida. Tu cuerpo lo necesita. Lo necesita para crear hormonas sexuales como la testosterona, los estrógenos, la progesterona, el cortisol.
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