Es una ceremonia nupcial colorida, cargada de metáforas espirituales. Única en el mundo
Los pomacos, musulmanes búlgaros, se casan en invierno siguiendo un ritual preislámico. Novias de invierno en Bulgaria.
Novias de invierno en Bulgaria
El espejo juega un papel importante en esta ceremonia nupcial. Mustafa Emin quiere preservar esta antigua tradición y darla a conocer más allá de las fronteras de su país. Es una tradición que se remonta a miles de años atrás.
En Ribnovo, un pueblo montañoso de unos 3.000 habitantes, cada boda es un acontecimiento cultural. Las mujeres de su nueva familia decoran y maquillan el rostro de la novia. Con los ojos cerrados, es conducida a la casa del novio, donde la desmaquillan. Solo entonces, al entrar en su nueva vida, puede abrir los ojos.

Mustafa Emin quiere preservar ese ritual y, al mismo tiempo, revitalizar el turismo en la región. Trabaja para que esta tradición sea reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial. Para ello, se reúne con políticos y expertos que respaldan su iniciativa y lo acompañan en el camino hacia ese reconocimiento.
La dote es también una pieza esencial de este ritual que se extiende durante varios días. En el caso de la joven novia Nevse Kiselova, de 20 años, incluye, aparte de ollas y pantuflas, un total de 47 mantas. Todo el ajuar doméstico se expone en la calle, delante de la casa de la novia. Las vecinas lo observan con mirada inquisitiva: ¿Tiene buen gusto la novia y se pensó realmente en todo lo necesario? Es una inversión considerable, por lo que muchos padres comienzan a ahorrar para este momento desde el mismo día en que nace su hija.
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