Se dice que un fantasma es un espíritu desencarnado, que ha quedado en este plano. Algunas personas, como el argentino Ariel López, declaran tener algún tipo de comunicación con estas entidades
Uno, dos tres, ¿oyes eso en la escalera? Cuatro, cinco y seis, es alguien que por ti espera. Uno, dos, tres, fíjate bien, ¿le puedes ver? Cuatro, cinco, seis, será mejor que eches a correr. Uno, dos, tres, pues si te alcanza yo te advierto. Cuatro, cinco y seis, acabarás como él, que ya está muerto. Las experiencias de una cazafantasmas. Imagen superior de ahmadreza heidaripoor en Pixabay
Las experiencias de una cazafantasmas
Hay momentos en que no lo puedo manejar. Sentía que me querían poseer. Ver figuras adelante mío mirándome. Un fantasma es un espíritu desencarnado que puede haberse quedado en este plano. Quieres contarme algo, uno, dos, tres
Hoy es eso en la escalera 4, 5 y 6 es alguien que por ti espera 1, 2, 3 fíjate bien le puedes ver, cuatro o cinco y seis. Será mejor que eches a correr.

1981 Buenos Aires Argentina, Ariel López era un niño de 8 años. Una tarde se hallaba solo en su hogar cuando sufrió un peligroso accidente eléctrico, los médicos aseguraron que la traumática experiencia debió acabar con la vida de Ariel. Sin embargo, despertó en él un poder que jamás hubiese sospechado que poseía.
A los 8 años tuvo un accidente con un velador, digamos estaba en mi casa solo, le saqué digamos todo lo que era el recubrimiento del velador, puse la lamparita, los cables. Lo enchufó por el traspaso de la energía me empujó, me tiró ahí. Empecé como a convulsionar, a sentir que me tragaba la lengua y en un momento sentí que me desprendía del cuerpo, al mismo tiempo que sentía que me iba.
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