Un trabajo periodístico reveló que en 2008 Tarek El Aissami contrató a la fundación del español Pablo Iglesias con el fin de adoctrinar.
Se trataría de la Fundación CEPS vinculada a Iglesias y encargada de diseñar un nuevo reglamento penitenciario con «conciencia anticapitalista».
Los vinculos con la fundación datan de 2008, según puntos de cuenta firmados por el entonces ministro de Finanzas de Chávez, Rafael Isea.
Pablo Iglesias había comenzado a trabajar en 2006 para la Fundación CEPS como “responsable de la unidad de análisis estratégico de la Presidencia de Venezuela”.

Es decir, como asesor personal del presidente Hugo Chávez, revela la información de Ok Diario.
Enel marco de esa cooperación con la fundación española, entra Tarek El Aissami cuando era ministro de Interior y Justicia.
Los documentos difundidos por el diario revelan datos sobre esa «formación y capacitación».
«Los resultados han sido excelentes en formación y capacitación de funcionarios de prisiones, desarrollo de un nuevo sistema de Seguridad Social en Venezuela, concienciación del funcionario del Ministerio del Interior sobre políticas neoliberales, ejes de poder, globalización y soberanía, cátedra sobre las estrategias de penetración y dominio del capital en la vida pública, un esquema socioeconómico para el reparto de riqueza al pueblo y asesoramiento sobre estrategias geopolíticas», revelaron.
El diario también detalla que Chávez habría ordenado otro pago por 1,6 millones de euros en 2008 y 2,8 millones de euros entre los ejercicios 2009 y 2011 a Pablo Iglesias.
«Este encargo incluía el asesoramiento al Ministerio de Relaciones Interiores, que en octubre de 2008 pasó a dirigir Tareck El Aissami», detallan.

Entre otros servicios, la Fundación de Pablo Iglesias asesoró al Tareck El Aissami para impulsar el nuevo Código Orgánico Penitenciario de Venezuela.
En un informe fechado en abril de 2011, la Fundación CEPS se limitó a sugerir al ministro algunos cambios cosméticos para lavar la imagen del sistema carcelario de Venezuela, uno de los más crueles del planeta.
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En su informe dirigido al ministro El Aissami, la Fundación CEPS proponía que los presos dejen de llamarse presos.
De allí nace el «personas privadas de libertad», además recomendaron otro nombre para las cárceles.
«Comunidades de rehabilitación social» o «servicios de rehabilitación social». Como si se tratase de las lujosas clínicas, revela el diario.
Redacción Curadas.
Ras Peludas ROJAS, TODAS, las de aquí y las de todas partes. Un cáncer social múltiple. Se REQUIERE EXTIRPAR A TODA COSTA EN BENEFICIO DE LA HUMANIDAD!!!