¿Migración venezolana aumenta delitos en América Latina? ¡NO!

La migración venezolana ha sido tema recurrente en la región; uno de esos asociado al aumento de la delincuencia en los países destino.

Decenas de políticos de diversos países han alimentado la tesis de que la diáspora criolla tiene repercusiones negativas en sus sociedades.

Sin embargo, un estudio del Migration Policy Institute (MPI) y Brookings Institution analizaron las cifras de crímenes de tres países.

Los escogidos fueron los más concurridos por la migración venezolana durante los últimos años: (Colombia, Perú y Chile).

El análisis de los datos chilenos y peruanos del 2019 destaca que “los migrantes venezolanos cometen sustancialmente menos delitos», reveló Radio Francia Internacional (RFI).

Esos datos detallaron que la migración venezolana comete menos delitos que la población nativa de esos países.

Esto indica que la percepción pública de que la inmigración está aumentando las tasas de delincuencia está fuera de lugar, según el estudio.

En Colombia, los venezolanos cometen menos delitos violentos que el porcentaje que representan dentro de la población general.

Sin embargo, la cifra de delitos menores es superior, “el 5.4 por ciento de todos los arrestos fueron de venezolanos», detalla el informe.

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La mayoría de estos delitos, sin embargo, fueron denunciados en regiones fronterizas, lo que quizás sea un reflejo de las redes de tráfico ilícito que operan a través de la frontera entre Colombia y Venezuela.

La investigación reseña que las regiones con más delitos por parte de la migración venezolana son las que reportan altas tasas de desempleo.

La migración masiva presenta desafíos para las sociedades receptoras, pero -al menos en este caso- una ola de delincuencia no es uno de ellos.

Redacción Curadas. 

1 comentario en «¿Migración venezolana aumenta delitos en América Latina? ¡NO!»

  1. Pues también debe ser un delito la xenofobia. En el caso de mi hija y yo, en Ecuador en el mes de agosto debíamos mudarnos a un lugar más pequeño y económico por razones obvias y en casi todos los lugares hay avisos de abstenerse vzlanos y debimos aguantar el escuchar a personas ignorantes preguntar si éramos vzlana y hablar peste de nosotros. Finalmente gracias a un ecuatoriano que se hizo cargo del contrato pudimos conseguir un lugar. En los únicos sitios donde se aceptan a los vzlanos son en barriadas y nosotras nos negamos a tener que vivir relegadas, no por pretencion, sino porque cada quien tiene derecho a vivir donde mejor le parezca.

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