Autoridades peruanas iniciaron un proceso sancionador contra dos personas que cazaron un oso de anteojos en la región de Puno, al sur de Perú.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) explicó que este delito es considerado como una infracción muy grave en la Ley Forestal y de Fauna Silvestre; la misma sanciona la caza de especies amenazadas con multas que van entre los 43.000 soles (12.100 dólares) y 21.500.000 soles (seis millones de dólares).
Esta entidad oficial informó que dos personas publicaron fotografías en las que posaban con un arma de fuego al lado de un oso de anteojos muerto. Uno de los implicados vestía un tapabocas; esto permitió definir que la caza se llevó a cabo durante la cuarentena por el COVID-19.
El osos de anteojos (tremarctos ornatus) vive en los Andes peruanos. Durante los meses de cuarentena estos, y otras especies originarias, estuvieron expuestos a los cazadores; mientas tanto, los policías y autoridades estaban concentrados en evitar las aglomeraciones e impedir la movilización de los ciudadanos.
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Esta especie es clave en la regeneración de los bosques, pero «la percepción negativa de considerarlos peligrosos y la falsa creencia de que algunas de sus partes poseen propiedades medicinales y mágicas han afectado su hábitat», indicó Serfor. Se pone en riesgo su supervivencia y estado de conservación.
Por este motivo, ambas personas involucradas en la caza del oso serán sometidas a un proceso administrativo sancionador por incurrir en «abandonar, maltratar, actuar con crueldad o causar la muerte a especímenes de fauna silvestre».
Redacción Curadas