La noche más larga la tuvo una mujer chilena al caer en el foso de una tumba abierta, lo que provoco además del horror una marca visible en su faz.
No nos gusta pasar miedo, pero a la vez es algo que acaba siendo adictivo. Esos escalofríos que recorren tu cuerpo, esa sensación de que alguien te observa, esa adrenalina corriendo por tus venas. Todo eso es lo que te provocan los cementerios en la noche más larga.
Conocidos por muchos como campos santos, son el enclave escogido para que descansen los cuerpos de aquellos que han perdido la vida. En ocasiones, se dice que esas almas quedan atrapadas en nuestro mundo porque aún tienen algún asunto pendiente, que en ciertos casos puede ser eterno. Son estas almas atormentadas las que han convertido algunos cementerios en zonas embrujadas a las que pocos se atreven a acercarse.

La Noche Mas Larga | Nuestro Insolito Universo
Siempre se ha dicho que un gran susto o una aterradora experiencia, pueden hacer que el cabello de una persona, así sea joven, se torne blanco. La ciencia médica niega de plano tal creencia, atribuyéndola a eso que se denomina «mitología popular»; pero, ¿es así en realidad, sólo una conseja y nada más?.
Inés Ávila Pérez, una atractiva dama chilena de 42 años, había acudido al cementerio de Santiago, aquella tarde de Marzo en 1993, para colocar flores en la tumba de su madre. Al rato de estar allí, sintió un leve mareo y como ya era casi la hora de cerrar el camposanto, decidió marcharse. Fue mientras caminaba por una de las estrechas veredas hacia la salida, donde estaba el estacionamiento, cuando se repitió el mareo. Desconcertada trastabilló; y al tropezar con un montón de tierra, perdió el equilibrio, cayendo hasta el fondo de una fosa recién abierta.
A continuación, no te pierdas el interesante video de Nuestro Insólito Universo «La noche más larga»
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