Luis Angarita, internacionalista y magíster en economía internacional, alertó sobre las consecuencias del apoyo de Nicolás Maduro a Rusia, en el conflicto con Ucrania.
En entrevista con banca y Negocios, el experto recordó que días atrás, en la preparación diplomática de esta invasión, Rusia visitó a todos sus aliados del continente, entre ellos Venezuela.
«Hubo presencia de viceministros rusos en Venezuela, Nicaragua y Cuba, y los voceros dejaron entrever que Rusia podría tener alianzas militares importantes con Venezuela», dijo.
«Una de las repercusiones puede ser que haya toda una identificación de Venezuela con Rusia, lo cual alejaría aún más un escenario de moderación de las sanciones, por parte de Estados Unidos, para lograr la presencia de trasnacionales en el país y evitar la expansión en el continente por parte de Rusia; pero sería especular», dijo.
Dijo que otra consecuencia puede ser el aumento de los precios del petróleo. «Los precios del petróleo pasan de los 100 dólares, con efectos económicos directos para Venezuela, porque ya no va a tener ingresos mínimos, como en 2020 y 2021, sino que con una incipiente producción petrolera y precios elevados, debe haber efectos económicos para el gobierno de Maduro», manifestó.
«Creo que la posición de Venezuela va a ser igual que la de China, porque puede ser una amenaza a la integridad territorial de los Estados contemporáneos. Si reconoces ese tipo de acciones separatistas y, de repente un grupo en Apure se levanta y Colombia lo reconoce, no tendrás argumentos», aseveró.
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Para Angarita, el momento para reconocer la independencia de las provincias separatistas, «habría sido justo el lunes, cuando Putin hizo la declaración. Si había una alianza diplomática para hacer ese reconocimiento ya Maduro lo habría hecho. A estas alturas creo que no, porque no entraría en esa doctrina de política exterior de reconocer otras repúblicas, pero es una opinión, no se sabe hasta dónde puede escalar este conflicto».
Para Angarita, el conflicto que generó este jueves 24 de febrero, la invasión de Rusia a las fronteras ucranianas, «pone en jaque no solo la estabilidad geopolítica mundial», sino que marca el regreso de un riesgo real de una guerra de gran magnitud que echa por tierra, hasta ahora, cualquier acción diplomática.
Ucrania es una exrepública socialista que formaba parte de la Unión Soviética, con puntos importantes para la geopolítica y la economía de la región; como, por ejemplo, la península de Crimea donde se firmó la alianza antinazi durante la Segunda Guerra mundial y Chernóbil donde ocurrió la explosión nuclear más grave de la historia, justo en la frontera suroeste de la URSS.
El otro antecedente que detalla el experto es la disolución de la Unión Soviética en 1991, que dio origen al nuevo orden internacional que ha trascendido hasta hoy, donde la seguridad y defensa se limitan a la custodia de fronteras, porque la lucha geopolítica se libraba en otros escenarios como el económico; de hecho, «las armas hoy en día están referidas a limitar el acceso financiero», explicó.
«Este paradigma de lo bélico, del armamentismo, parecía que había quedado en algunas mentalidades. Por ejemplo, Rusia siempre había hablado de un mundo multipolar, en contraste con la interpretación de que Estados Unidos es todopoderoso», recordó el experto.
Apuntó que el criterio de defensa para Rusia pasa por reivindicar la firma de un acuerdo donde aceptó la disolución de la Unión Soviética a cambio de que la OTAN no expandiera sus fronteras a las ya establecidas, cosa que no ha sucedido en los últimos 30 años, porque ha habido una occidentalización de los países bálticos -Letonia, Estonia y Lituania-; así como de Bulgaria, Polonia y Rumania, y otros aspirantes como Georgia y Moldavia, que han formado parte, tanto de la UE como de la alianza militar que representa la OTAN».
Janet Yucra
Con información de Banca y Negocios