Luis Vicente León, economista y presidente de Datanálisis, cree que a raíz del conflicto con Ucrania y sus implicaciones para el mercado petróleo, hizo que, por primera vez, los intereses de Nicolás Maduro y Joe Biden coincidan.
De allí que una eventual negociación entra ambas administraciones tendría tres objetivos: «desvío del crudo del mercado negro al occidental, aumentar la producción foco en el sector privado y la desoccidentalización de la mina de petróleo más grande del mundo (Venezuela)».
«Ojalá que los gobiernos de Biden y Maduro no se dejen manipular por los grupos radicales que, con intereses electorales regionales o con deseo de preservación de privilegios personeros, construyen una idea absolutamente falsa e irracional de los efectos de la negociación», dijo el analista en su cuenta en Twitter.
Señala que EE.UU. «usa una estrategia de negociación privada e informal que le permita avanzar con menos ruido y adversarios interesados activos».
Y alerta que «es un cuento pensar que Maduro se sentará sin recibir una oferta de ganancia. Igualmente, si EEUU no ve un ‘quid pro quo’ (retribución) de parte de Maduro, no tendrá interés en esa negociación».
Cree firmemente en que «en medio de un disparo brutal en el precio de la gasolina, a EE.UU. le conviene comprar petróleo venezolano».
A esto se agrega que, «en medio de una sanción a Rusia que inundará el mercado negro de petróleo, a Venezuela le conviene acceder a los mercados tradicionales».
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Implicaciones políticas
El presidente de Datanálisis considera que tras esa negociación habrá cambios en el país.
«No se trata solo de esta buena noticia, sino de un conjunto de acciones, como liberación de cambio y de precios, deshostilización de la relación con el sector privado, discusión petrolera. El incremento de ingresos petroleros le da al gobierno margen para seguir colocando una oferta que pueda estabilizar el tipo de cambio un tiempo».
Sobre cambios políticos, dijo que los liderazgos «están muy debilitados y las propuestas desgastadas».
Esto afecta sobre todo a la oposición que está «en su peor momento histórico», aunque cree que «es una «oportunidad de cambio que vendrá por acciones racionales de sus líderes clásicos o por sustitución de los mismos».
«Es interesante entender que la oposición venezolana es un grupo heterogéneo y complejo. No existe ningún líder individual que la represente. Y en este momento, paradójicamente se dividen entre quienes mayoritaria y masivamente desean negociación y Guaidó (y VP) que la rechaza», dijo.
Janet Yucra