Escuchar hablar de productos reacondicionados se relaciona con la palabra ahorro. No hay estudios que demuestren que este sea el factor determinante de compra de este tipo de dispositivos, pero tampoco hay dudas.
No son lo mismo que los móviles de segunda mano

Decir que un celular reacondicionado es nuevo sería poco más que mentir. Sin embargo, no se aleja en exceso de ello y sí de los clásicos móviles de segunda mano que se pueden comprar en algunas tiendas especializadas o aplicaciones tipo como Wallapop o Vibbo. Son teléfonos ya usados, pero con un proceso de restauración.
Hay móviles de segunda mano en estupendas condiciones. Sin embargo, no siempre es la tónica y, en mayor o menor medida, tienen algún signo de uso interno o externo: deterioro de la batería, rasguños en la pantalla o en el chasis, cables o cargadores no originales o ya muy desgastados… En la mayoría de casos, no diferenciarás un teléfono nuevo de uno reacondicionado porque estos últimos pasan por una proceso que verifica que son plenamente funcionales y sin muestras de desgaste.
Los celulares reacondicionados, como su nombre indica, han sido restaurados para revertir el efecto del tiempo a través de diferentes procesos. Se venden siempre a través de empresas que, con mayor o menor especialización, se diferencian de un vendedor particular.
A raíz de esto, pueden tener diferentes condiciones, pero suelen tener como punto de partida el ofrecer móviles plenamente funcionales y sin evidentes señas de uso.
Los cambios de batería, pantalla e incluso carcasa suelen ser comunes. La idea de estos es que el usuario sienta que está estrenando móvil, aunque originalmente haya tenido otro dueño. Y es que este punto sí que es común con los de segunda mano, ya que son móviles que no vienen de fábrica y han tenido otro dueño.
Garantía, la característica menos conocida de los reacondicionados

Por norma general suelen ofrecer al menos 12 meses, es decir, 1 año. Todo ello desde el momento que compras el producto. No obstante, cada tienda puede tener su propia política al respecto, por lo que es siempre aconsejable revisarlo en las condiciones.
Como en los teléfonos nuevos, no suele ser común que esta garantía cubra roturas, pérdidas o robos. Sin embargo, garantizan que el producto es tal cual está descrito, que funcione correctamente y que no muestre daños irreparables.
Antes de ser vendidos pasan por un proceso de puesta a prueba, pero incluso si este procedimiento fallase, podemos estar tranquilos que el equipo será reparado o reemplazado dado caso.
Continúa leyendo en Xataka.