Espinacas con garbanzos: delicioso plato andaluz lleno de sabor

Aprende a preparar este clásico de la cocina andaluza, unas espinacas con garbanzos muy cremosa en la que el ajo nunca pueden faltar

Si no has comido espinacas con garbanzos en Andalucía, no has descubierto esa textura mágica y cremosa que puede alcanzar esta verdura en un plato. Es cierto que la versatilidad de las espinacas es tremenda porque nos pueden servir para hacer salteados rápidos como las clásicas espinacas a la catalana, frescas ensaladas como la ensalada de espinacas y fresas, preparaciones ideales para niños como las espinacas a la crema con huevo, opciones más elaboradas como las espinacas con holandesa y sardinas u opciones saludables para beber como el batido verde o para tomar con cuchara como la crema de guisantes y espinacas.

Con esta opción tan del sur de España, vamos a encontrar especias como el pimentón y el comino, pero también la presencia de los ajos y un majado muy popular en la zona a partir de pan tostado que servirá para trabar el guiso y que quede untuoso y meloso, con «la pringue» que se llama en el sur.

Espinacas con garbanzos

Se puede preparar tanto con espinacas frescas como con espinacas congeladas, o mezclar las dos si se prefiere para tener los dos sabores (no es el mismo, no), y los garbanzos pueden ser cocidos en casa para luego tener un caldo delicioso con el que se pueden hacer diferentes sopas, arroces o pucheros o utilizar los garbanzos de lata.

Si empleamos garbanzos ya cocidos es fundamental lavarlos muy bien. Para ello se tendrían que sacar de la lata a un colador y ponerlos debajo del chorro del agua fría e ir moviendo hasta que toda la espuma inicial que suelten desaparezca completamente. Se añadirán a las espinacas en el último momento, para evitar que se rompan y no se sobrecuezan dentro de ellas.

En Andalucía, estas espinacas se comen frías directamente de la nevera, pero también hay quienes las prefieren calientes e ir mojando el pan para hacer sus tostas ya que el resultado queda prácticamente para untar.

Es muy importante ajustar bien la cantidad de aceite que se emplea para la receta porque si nos quedamos cortos no saldrá esa «pringue» de la que se hablaba antes, pero, si te pasas, el resultado quedará aceitoso y pesado siendo difícil tanto de comer como de digerir; algo para lo que el cominos ayudará mucho sin duda alguna. Lo mejor es dejar que el guiso asiente de un día para el otro en la nevera.

Ingredientes:

  • Espinacas congeladas, 400 g
  • Espinacas crudas, 200 g
  • Dientes de ajo, 6 ud
  • Pan, 1 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 8 cucharadas
  • Garbanzos cocidos, 100 g
  • Comino, 1/2 cucharadita
  • Pimentón dulce, 2 cucharaditas
  • Sal, c/s

Preparación:

1-Cocina las espinacas en agua hirviendo durante 3 minutos y escurre bien.

2-Por otro lado, en una sartén honda pon un vaso pequeño de aceite y fríe el pan por los dos lados. Retira.

3-Pela los dientes de ajo y fríelos hasta que queden doraditos. Retiralos a un mortero junto con el pan.

4-En ese aceite mismo aceite pon el pimentón dulce, y sofríe a fuego suave, agrega las espinacas muy bien escurridas. Es importante escurrirlas bien para que no exploten una vez las pongas en la sartén.

5-Machaca los ajos con el pan, unas cucharadas de agua, vinagre, el comino y triturarlo todo muy bien.

6-Rehoga todo muy bien, hasta que las espinacas estén bien secas.

7-Luego, añade los garbanzos y mezcla todo muy bien. Por último, agrega la sal a tu gusto.

Tomado de EL ESPAÑOL

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