De un tiempo para acá, la fobia a las llamadas telefónicas contagió a los adolescentes, y más recientemente, a los adultos. Ya nadie quiere atender el teléfono.
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Así es, cada día a menos gente le gusta atender el teléfono
Empieza con los niños: a eso de los cinco o seis años ya no quieren atender el teléfono. Aunque antes jugaban con teléfonos imaginarios en largas conversaciones guturales indescifrables, de pronto hacen un gesto negativo cuando alguien les dice «habla con tu tía», «saluda a tu madrina». Y ya no quieren hablar por teléfono.
Por qué nadie quiere atender tus llamadas telefónicas
Antes del advenimiento, viralización y omnipresencia de Internet, amábamos al teléfono. Los enamorados pasaban horas con el auricular en el oído y eran regañados por sus padres o hermanos.
¡Tranca que va a salir caro!
¡Cierra la llamada que tengo que llamar yo!
Porque además, a excepción de unos pocos hogares con más de una línea, casi siempre había una sola línea para todos en casa.
Cuando sonaba el teléfono, casi al mismo tiempo sonaban varios «¡Yo atiendo!» y el tímido y apurado «Es para mi» cuando se sospechaba que era una llamada romántica.

Cerca del final de la época de gloria del teléfono, en Venezuela se pusieron de moda varias canciones que le hacían homenaje al venerado aparato, como fue el caso de «El Telefonito» del famoso payaso Popy, interpretado por Diony López.
Del disco pasamos a los botones. Vinieron los inalámbricos, el auricular se liberó del yugo del aparato grande y pesado al final del cable, se popularizaron los celulares y desapareció el ensortijado cable que tanto se enredaba.
Comenzó la lluvia de mensajes de texto, de pronto todos teníamos Internet… Adiós a las conversaciones telefónicas de horas. Eso quedó por allá por los 90.
No todo era bueno, y por eso cambió.
Perderse una llamada era imperdonable, y se corría el riesgo de nunca saber quién había sido, pues hasta un punto no habían teléfonos digitales y mucho menos identificadores de llamadas.
A veces nadie contestaba la llamada y otras veces sonaba ocupado. Cosas que aún suceden, pero ya no importa porque siempre se puede dejar un mensaje o un «voice».
Existía una travesura común entre los niños y jóvenes pre-celular y pre-Internet: llamar a números de desconocidos para hacer una broma. Incluso lo hacía Bart Simpson.
Habían códigos no escritos pero totalmente respetados: Si sonaba ocupado, alguien estaba conversando. Hoy en día es más un síntoma de un error en la llamada. Si nadie atendía, entonces no había nadie en casa, y así, una serie de conclusiones «lógicas» que ya no aplican.
De pronto se acabó la era (que ahora parece jurásica) de largas conversaciones telefónicas a tiempo real entre dos orejas que estaban lejos pero parecían estar presionadas una contra la otra hasta calentarse y sudar.
Se extinguió enterrada bajo los mensajes en la contestadora telefónica, el SMS, el Microsoft Messenger, el BlackBerry Messenger, el iPhone, y por supuesto, el WhatsApp.
Se te cayó la cédula
Es un hecho mundial: Mientras más joven eres, menos te gustan las llamadas telefónicas.
Es un código que identifica una brecha generacional tan claramente como apagar la notificación de mensaje leído (dos checkmarks color azul) del WhatsApp.

Realmente nadie quiere atender el teléfono
Incluso compañías que se jactan de brindar excelente atención a sus clientes ocultan sus números de teléfono en los rincones más recónditos de sus sitios web para que las llamadas sean el último recurso utilizado por quienes buscan soporte.
Trata de llamar a Google, a MercadoLibre.com, y a casi cualquier empresa de servicios. No será fácil encontrar el número de teléfono, y una vez encontrado, puede ser una proeza lograr comunicarte, para que al final te pongan a hablar con una máquina. Que de paso, eso es lo que viene. ¿Ya sabes lo que es Google Duplex? Aquí lo explica José A. Rubio en su canal de YouTube.
Las teorías: ¿Por qué los más jóvenes no quieren recibir ni hacer llamadas telefónicas?
Un amigo en una conversación respecto a por qué los más jóvenes apagan la notificación del WhatsApp y no quieren atender llamadas compartió su teoría.
Se acostumbraron a poder pensar sus respuestas antes de darlas, e incluso a la opción de no responder. Se acostumbraron a lo asíncrono.
Según el artículo en que se basa este ensayo al respecto, la reducción de los fans de las conversaciones telefónicas también se debe a la variada oferta en medios de comunicación.
Mensajes de texto (SMS), WhatsApp, Google Hangouts, Skype, mensajes de voz, correo electrónico, emojis, redes sociales, chats… La lista no para de crecer.
Escribir en las redes sociales y en la mensajería multimedia es ligeramente asíncrono, es intuitivo, casi que puedes saber si la persona está molesta, ocupada, ausente, gracias a los nuevos códigos.
De paso, hablar por escrito tras la pantalla y el teclado, da menos pena o requiere menos valentía que pararse frente a alguien a decir algo que no se puede borrar ni atenuar luego con una carita sonriente. Es lo virtual, la vida «gamificada», versus la vida real.
En mi caso particular he escuchado a más de una persona joven quejarse apenas al finalizar una llamada: «¿Para qué me llama? en vez de dejar un mensaje.»
¿Qué piensas tu? ¿Cuál es tu teoría? ¿Por qué cada día nos gustan menos las llamadas? ¿Por qué no queremos atender el teléfono?
Basado en el artículo «Why No One Answers Their Phone Anymore. Telephone culture is disappearing.» (Por qué ya nadie atiende el teléfono. La cultura del teléfono está desapareciendo» por Alexis C. Madrigal, publicado en The Atlantic.
Leer el artículo original (en Inglés) aquí
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Hay ambos lados de la moneda, como padre de una adolescente a veces pienso que su celular se le fundirá un día de estos, pero como contra-parte y doy la razón a cierta parte del artículo la pequeña d la casa (10 años) prefiere usar apps de mensajería. Pienso que el pais aun es dependiente de la comunicación person-to-person, aún somos jóvenes y tenemos arraigado profundamente el hecho que si no hablamos con la otra persona sentimos que no se ha transmitido el mensaje, ahora bien, no dudo en absoluto que la tecnología nos está alejando cada vez más de este tipo de comunicación pero aún falta mucho.
Soy una persona de 40 años, nunca tuve teléfono con whats hasta hace apenas un mes. Me contacté con una persona que me interesa amorosamente pero él está acostumbradísimo al whats por su trabajo y por lo que creo es de las que odian hablar por teléfono.
Ayer, después de 37 días de hablar por whats, le pedí hacerle una llamada, me puso un pretexto tonto y no hicimos la llamada.
Esto me provocó un enojo inmenso porque personalmente ya detestaba la comunicación por mensajes y quería hablar aunque sea un momento con él, oir su voz, etc.
Lo peor es que le dije muchas cosas feas porque NO estar acostumbrada a los mensajes de whats y al buscar en internet artículos de «llamadas telefónicas», me doy cuenta que es «común» hoy en día no querer usar el teléfono.
Hola Fabiola. Así es. Hay varias diferencias en el uso de la tecnología que pueden ser generacionales o costumbres. Por ejemplo, apagar las marcas azules de WhatsApp que indican a la otra persona si su mensaje fue leído o no, es muy común en los millennials, mientras no tanto en personas mayores a esa generación.
La ventaja de la comunicación asíncrona es que puedes hacer otras cosas y no necesitas prestar toda tu atención, en cambio una llamada de voz requiere más atención incluso que la video llamada.
Estamos acostumbrados a algo que se llama «multiscreening» o multipantalla, que es tener más de una pantalla a la vez: televisor + teléfono por ejemplo. A eso le puedes sumar el «multitasking» que es tratar de hacer 2 o más cosas a la vez.
Otro factor importante es si la persona es introvertida. Los introvertidos encontrarán más fácil comunicarse por medio de mensajería digital como WhatsApp.
Es un asunto muy subjetivo y personal. Para muchos estamos exagerando con la tecnología disminuyendo demasiado el contacto cara a cara, asunto que en Venezuela se acentuó debido al éxodo o diáspora venezolana (muchos amigos y familiares están lejos) y ahora más con la cuarentena por la pandemia.
Ya la cuarentena paso. De cuando es este artículo?
Hola Mariela. El artículo que comentas sigue vigente, ahora más que nunca, porque cada día menos gente quiere recibir o hacer llamadas telefónicas.
¿Por qué preguntas por la pandemia?