Estados Unidos y Brasil pueden trabajar juntos para abordar los efectos económicos de la invasión rusa de Ucrania en el suministro de energía y la producción de alimentos, dijo la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.
La reciente visita de la representante comercial de Estados Unidos a Brasil ilustra los esfuerzos de la administración del Presidente Joe Biden para desarrollar una relación con el presidente de izquierda recientemente electo del país, Luiz Inacio Lula da Silva, apelando a temas comunes como “una política comercial centrada en los trabajadores” y la sostenibilidad del medio ambiente.
Los presidentes Joe Biden y Lula derrotaron a presidentes populistas de derecha cuyos partidarios luego asaltaron los respectivos edificios del Congreso de ambos países. Lula ganó al expresidente de derecha Jair Bolsonaro, y aliado de Donald Trump, con un margen muy estrecho en una de las elecciones más polarizadas en la historia del país en octubre pasado.
Biden rápidamente trató de aprovechar esos puntos en común, invitando a Lula a la Casa Blanca el mes pasado y aceptando una invitación para viajar a Brasil. Pero hasta ahí llegan las similitudes. Lula es presidente por tercera vez y tiene una trayectoria política compleja. Fue elegido por primera vez en 2002 y se le atribuye haber reducido la pobreza en Brasil a través de un gran gasto presupuestario en programas sociales.
Pero fue acusado de corrupción y condenado a nueve años de prisión en 2017, por los que cumplió casi dos años hasta que un juez del Tribunal Supremo anuló la sentencia. Ex aliado cercano de Hugo Chávez de Venezuela y los hermanos Castro en Cuba, su victoria abre interrogantes sobre la política exterior de Brasil durante su nuevo mandato, un área donde podrían surgir tensiones con Estados Unidos.
Ya ha restablecido las relaciones diplomáticas con el hombre fuerte de Venezuela y sucesor de Chávez, Nicolás Maduro. Aún más preocupante para la administración Biden, y otra señal de la disminución de la influencia estadounidense en la región, Lula rechazó recientemente la entrega de armas a Ucrania y, en cambio, ofreció mediar en una solución negociada a la guerra, una perspectiva que los funcionarios estadounidenses creen que no refleja la realidad del conflicto.
El comercio está en el centro de la posición ambivalente de Brasil sobre la invasión rusa de Ucrania ya que el gigante país sudamericano depende en gran medida de los fertilizantes agrícolas rusos. En una entrevista exclusiva, Tai compartió sus puntos de vista sobre la asociación comercial con Brasil, los esfuerzos de Estados Unidos para desalentar el comercio con Rusia y las políticas comerciales del presidente Biden en el hemisferio occidental. El intercambio ha sido editado para mayor claridad y concisión.