Este caso en particular nos lleva de la mano de Relatos del lado oscuro a lugares extraños, en dónde hay historias aún más extrañas, fantasmas que nunca han estado vivos, es más, ni siquiera podrían tener un espíritu. Son ¡Vehículos fantasmales!
Se dice que un tren fúnebre fantasma circula regularmente desde Washington D. C. hasta Springfield, Illinois (Estados Unidos), en la época del aniversario de la muerte del presidente Abraham Lincoln (1809 – 1865), deteniendo relojes a su paso en las áreas circundantes. Vehículos fantasmales.

El 14 de Abril de 1865, pocos días después del final de la Guerra Civil Americana en Appomattox, Lincoln asistía a una obra de teatro en el Ford’s Theatre en Washington D. C. (Estados Unidos), con su esposa Mary cuando el simpatizante confederado John Wilkes Booth le disparó fatalmente. Lincoln es recordado como un mártir y un héroe de los Estados Unidos y, a menudo, se lo considera el presidente más grande de la historia de los Estados Unidos.
La procesión fúnebre con el cuerpo de Lincoln partió de Washington el 21 de Abril de 1865 para un viaje de 12 días a través de los estados del norte, deteniéndose para ceremonias fúnebres formales en 12 ciudades importantes. Las comunidades más pequeñas organizaron muchos otros servicios conmemorativos a lo largo de la ruta de 2.500 kilómetros del tren.
Cuando el tren fúnebre de Lincoln hizo su melancólico viaje desde Washington D. C. hasta su lugar de descanso final en Illinois, cada ciudad y pueblo a lo largo de la ruta mostraba a miles de personas afligidas que se alineaban en las vías mientras pasaba el «tren de la muerte».
El 6 de Septiembre de 1879, el Wichita Herald (Witchita, Kansas) publicó un artículo, «Era un tren fantasma», en el que se indicaba que un escritor entrevistó al guardagujas nocturno anteriormente empleado en el Ferrocarril del Río Hudson. Aquí hay una versión condensada del relato de su testigo presencial:
“He visto el Tren Fantasma”, dijo el anciano, en un tono como el que podría haber usado si alguien hubiera negado el hecho; “he visto el Tren Fantasma más de una vez”.
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