Desde que el presidente Nicolás Maduro anunció la intención de vender la empresa petroquímica Monómeros Colombo Venezolanos S.A, compañía que le perteneció a ambos países durante 39 años, se ha abierto un debate sobre la afectación que la operación, encomendada al ministro de Industria, Alex Saab, podría tener sobre la economía colombiana.
Según el diario El Tiempo
Monómeros, que representa casi 30% de la producción de fertilizantes en el país y que abastece a 80% del campesinado colombiano, fue creada en 1967 por el Instituto Venezolano de Petroquímica y por las colombianas Ecopetrol y el extinto Ifi (Instituto de Fomento Industrial), con el apoyo posterior de la firma holandesa Stamicarbon.
La venta de las acciones colombianas
En 2006 Colombia, entonces presidida por Álvaro Uribe, vendió las acciones que tenía en Monómeros a la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) durante el gobierno de Hugo Chávez.
La operación representó para Colombia ganancia de 125.504 millones de pesos.
En los últimos 18 años la compañía ha continuado operando en su domicilio principal, en Barranquilla, con fuertes virajes de carácter político como cuando su control fue asumido en 2019 por el dirigente venezolano Juan Guaidó, por disposición del presidente colombiano Iván Duque, que bloqueó la llegada de directivos asociados a Nicolás Maduro tras la ruptura de relaciones entre ambos países.
Las utilidades
Monómeros arrojó una utilidad de $1.085 millones y es jugadora de un sector que dejó clara su relevancia una vez estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, en 2022, causante de una escasez global en insumos clave para el agro, como la urea.
Desde 2019, su patrimonio, valorado en $583.043 millones, creció 14% y se perfila como una inversión atractiva para los potenciales adquirentes, por ello, el valor del posible traspaso es una incógnita que, desde ya, intriga a curiosos y a verdaderos interesados.
Todo esto, en el marco de un renglón que tiene a jugadores de la talla de Yara, compañía noruega con operación en más de 60 países.
Monómeros tiene entre sus ventajas competitivas su ubicación en Barranquilla, que le permite despachar y recibir insumos con más agilidad y depende menos de materia prima importada para su producción.
Según el método de valoración basado en enterprise value sobre Ebitda (EV/Ebitda), la empresa tendría un valor actual de entre $125.630 millones y $195.330 millones, teniendo en cuenta que el EV/Ebitda para las empresas químicas diversificadas es de 7,39 veces y para las químicas básicas de 11,49 veces.
Vale aclarar que el precio varía de acuerdo con el ejercicio que se escoja y la cifra final, en caso de aprobarse la venta, tendría que definirla una banca de inversión.
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Por qué Maduro la quiere vender
Extranjeros del Departamento del Tesoro (Ofac, por sus siglas en inglés), va hasta junio de 2025, y Nicolás Maduro, probablemente, buscaría anticiparse a futuras dificultades frente a la operación o enajenación de ese activo, que actualmente hace parte del portafolio de Pdvsa.
Al presentar la auditoría fiscal para 2023, el encargado del reporte, Rafael Enrique Hernández, incluyó un párrafo de énfasis en el que detalló que “la compañía revela restricciones para el acceso a líneas de crédito de largo plazo (…)” y tal como lo registró: “la compañía ha realizado proyecciones, contemplando inclusive la ausencia de nuevas opciones de financiamiento externo”.
De acuerdo con el revisor, aunque Monómeros considera esa ausencia de apalancamiento como el escenario menos probable, la casa matriz afirmó que está dispuesta a darle apoyo financiero. O sea, el flujo de efectivo sería inverso: la empresa no entregaría recursos sino que los absorbería.
El presidente Gustavo Petro envió una carta a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en la que expresó su desacuerdo frente a una posible venta de esta compañía pues, según escribió, la privatización implicará el encarecimiento de los productos agrícolas en nuestros países”.
Con información de el Tiempo y La República