El ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, anunció este jueves que los cuerpos de seguridad del Estado y organismos de inteligencia del país desmantelaron «una nueva operación terrorista de grupos irregulares vinculados con la ultraderecha, que pretendía, entre otras cosas, atacar fuertes militares».
En una rueda de prensa transmitida por VTV, Cabello detalló que esta operación fue denominada «Oro», en honor a los opositores fallecidos, Oscar Pérez y Ronald Ojeda.
«Ellos tenían tres acciones fundamentales a realizar, para causar impacto y cobrar», resaltó.
Explicó que estas eran atacar el Fuerte Conopoima en el estado Bolívar; el Fuerte Tabacare en Barinas y el secuestro del magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, entre otras acciones.
«Iban a atacar el Fuerte Conopoima, creyendo que allí estaban los arsenales del país», dijo.
Alerta del pueblo
Cabello destacó «el papel del pueblo en la defensa de la soberanía y la paz nacional».
En ese sentido, precisó que la alerta que originó la investigación de «la Operación Oro, que fue dada por «el pueblo larense que notó la presencia de diversas personas ajenas a la zona».
“Afortunadamente hay una cosa que el presidente llama ‘los anticuerpos de la paz’, porque esta información de la llegada de este mercenario al estado Lara la da el pueblo”, indicó.
Asimismo, señaló que “no hay forma de desvincular la violencia política de este tipo de violencia, porque ellos fueron los promotores de este tipo de violencia”, añadió.
Aseguró que “la mejor señal que puede haber para el país es haber desmantelado este grupo de terroristas y los que participan activamente saben que le va a llegar (la justicia)”.
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Golpe moral
Cabello indicó que los encargados de estas acciones, sobre todo el secuestro del magistrado, pretendían llevarlas a cabo antes del pasado 10 de enero, para enturbiar la juramentación del presidente Nicolás Maduro.
«Ellos querían generar terror, provocar un hecho que asegurara que el 10 de enero no ocurriera. Cuando ellos hablaban de señales en el cielo es para que no ocurriera el 10 de enero», resaltó.
Indicó que los planes contra el magistrado incluían su captura y traslado a una playa en Higuerote, estado Miranda, para ser sacado en lancha hasta aguas internacionales, de allí a una isla del Caribe y luego a Estados Unidos.
«Son los mismos de siempre, las mismas mentiras, las mismas manipulaciones.No hay ninguna duda de que estos grupos terroristas tienen vínculos con los grupos políticos del fascismo en Venezuela», resaltó.
Las señales de María Corina
El funcionario enfatizó en que estás acciones eran las señales de las que hablaba la dirigente opositora, María Corina Machado, a sus seguidores.
“Comenzando el mes de diciembre salió la señora María Corina diciendo: ‘Este mes de diciembre será apoteósico’. Llamó a la calle, llamó a la violencia, como siempre lo hace. Porque estaban esperando esto (…) ¿Cuál era la fecha de ellos? Que era como el punto de corte, 10 de enero, por eso se ya sale el 9, por eso ellos desesperados de volar aviones, por eso ellos desesperados de volar instalaciones militares”, refirió Cabello.
Destacó que aún creen que habrá militares que se sumarán a sus planes, pero su accionar “genera el repudio de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), genera el repudio de los venezolanos y las venezolanas (…) Imagínate tú una explosión de esa naturaleza en el fuerte Conopaima, que queda en el centro de San Juan de los Moros. ¿Cuánta gente pudo haber muerto? Y no les importa. A María Corina y a su gente no le importa eso”, fustigó.
El ministro resaltó que los opositores se vanagloriaban de las operaciones que pretendían ejecutar. “El 10 de enero para ellos era fundamental. Se le cayó porque no hubo ningún tipo de explosión, pero además el 9 cuando ellos salieron fue muy pobre la convocatoria. No pudieron mover a nadie y el 10 de enero con la juramentación del presidente Nicolás Maduro se acabó la película y ahora lo que le queda es tomar vino y fumar cigarrillos”.