Desde insectos que barren el ADN de sus rivales
Hasta patos con penes en espiral de más de 40 centímetros
Y criaturas marinas que luchan con sus penes como si fueran espadachines
Los penes más extraños incluyen mecanismos de limpieza evolutivos y sonidos
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Mira estas siete adaptaciones reproductivas tan insólitas que parecen ciencia ficción.
No solo hablamos de tamaño, sino de estrategia, de diseño, y de verdaderas batallas evolutivas por dejar descendencia.
Y sí, incluso hay uno que «canta».
Si te gusta lo raro, lo curioso y lo que te deja diciendo «¿qué acabo de ver?», mira este video.
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¿Por qué hay un pato con un pene de 42 cm?
Amigo, te juro que no sé cómo llegué a esto.
Todo comenzó como una curiosidad inocente, pero aquí estoy, después de tres días investigando los nepes más locos del reino animal.
Sí, tres días viendo cosas que ni en mis sueños más raros me imaginé.
Y como no quiero quedarme solo con esta información perturbadora, decidí compartirla contigo. Prepárate para un viaje por los 7 nepes más extraños del mundo animal. Spoiler: hay uno que canta.
Las libélulas: maestros del «curling espermático» con uno de los penes más extraños
¿Sabías que las libélulas tienen competencias espermáticas? Es decir, cuando una hembra ya ha tenido sus cositas con varios machos, el último que llega tiene que luchar para ser el padre de la mayoría de los huevos.
¿Y cómo lo hace?
Bueno, su aparato reproductor está diseñado como si fuera una caña de pescar… pero para esperma.
Sí, el macho literalmente «limpia» el esperma de los anteriores usando ganchos y espinas en su nepe. Es como un Juego Olímpico de quitar esperma.
Si la hembra es virgen, el proceso dura menos tiempo; pero si ya tuvo acción antes, el macho puede pasar hasta 2 horas copulando solo para sacar lo que dejaron los demás. ¡Dos horas! Y tú que te quejas por durar cinco minutos…
Los platelmintos: esgrima de penes
Esto es otro nivel. Los platelmintos pseudobiceros hancocanus son hermafroditas y tienen dos nepes… ¡en la boca!
Y lo que hacen es literalmente pelearse con ellos en una especie de «esgrima de penes».
El objetivo es inseminar al otro sin ser inseminado, porque producir espermatozoides es menos costoso que producir óvulos.
Así que se cruzan sables y se pinchan entre ellos hasta lograr fecundar al rival. Es como ver a Mohamed Ali esquivando golpes… pero con penes.
Los gatos: espinas y gritos
Si alguna vez has escuchado a una gata gritar como si la estuvieran matando durante la cópula, aquí está la razón: el nepe del gato tiene espículas, unas pequeñas espinas que dificultan la salida una vez entra.
Estas espinas no solo ayudan a limpiar el esperma de otros machos, sino que inducen la ovulación en la hembra al causar heridas y sangrado.
Pero lo peor no son las espinas; parece que lo más doloroso para las gatas es la distensión que provoca el miembro del macho.
En resumen: gritos y drama gatuno.
Los chinches con otro de los penes más extraños e inseminación traumática
Los chinches son unos desgraciados. Los machos tienen un nepe en forma de aguijón y literalmente perforan el abdomen de las hembras para inseminarlas.
No hay receptáculo seminal ni placer para ellas; solo dolor y heridas que pueden reducir su esperanza de vida en un 50%.
Si varios machos copulan con una misma hembra, es casi seguro que muera por perforación intestinal o infecciones.
¿Qué clase de biología cruel es esta?
El pato malvasía argentina: 42 cm de locura
Aquí viene uno de los más famosos: el pato malvasía argentina tiene un nepe en forma de sacacorchos que puede medir hasta 42 cm en un animal que pesa apenas un kilo.
¿Por qué tan largo?
Porque en esta especie hay competencia espermática brutal; mientras más largo sea el miembro, más ventaja tiene el macho para inseminar a la hembra.
Pero las hembras no se quedan atrás: han desarrollado cloacas en espiral (pero en sentido contrario) para expulsar a los machos indeseados.
Es una carrera armamentística entre nepes y cloacas… ¡y encima está cubierto de espinas!
El chinche acuático tiene un pene cantante para participar en esta lista de los penes más extraños
Esto me voló la cabeza: hay una especie llamada Micronecta scholyi cuyo nepe literalmente canta.
Sí, canta con crestas especiales que producen sonidos estridentes para atraer hembras. Lo increíble es que pueden alcanzar hasta 99 decibelios, lo mismo que escuchar una orquesta en primera fila.
El objetivo es hacer tanto ruido que los demás machos sean opacados y las hembras solo escuchen al «Pavarotti» del reino animal.
Los canguros: dos cabezas para tres vaginas
Los canguros son rarísimos; los machos tienen un nepe con dos cabezas porque las hembras tienen tres vaginas (dos laterales y una central).
Las puntas del macho van directo a las vaginas laterales mientras dejan la central tranquila, porque por ahí saldrá el bebé canguro cuando nazca.
Es como si todo estuviera diseñado específicamente para maximizar la reproducción… pero igual sigue siendo raro.
Bonus humano
Aunque no tenemos nepes cantantes ni espinas (menos mal), nuestro glande tiene esa forma peculiar para competir con otros machos al «limpiar» esperma ajeno durante la salida…
Algo similar a lo que hacen los gatos o los patos.
Y así termina este viaje por los nepes más raros del reino animal.