¡No mires atrás! | La evidencia está entre nosotros

El gran Jim Morrison una vez aconsejó: “Mantén los ojos en el camino y las manos en el volante”. Un consejo sabio… especialmente si ves algo completamente fuera de lo normal mientras conduces. ¡No mires atrás!

La aparición de luces de color rosa en el cielo de Wisconsin es un fenómeno atmosférico que, aunque poco común, ha captado la atención y la curiosidad de sus habitantes y observadores del clima. Estas tonalidades inusuales, que tiñen el horizonte de un suave rosado o magenta, suelen ser el resultado de condiciones meteorológicas y ópticas específicas, más que de eventos paranormales o de otro tipo. Comprender la ciencia detrás de estos despliegues luminosos permite apreciar la belleza y la complejidad de la atmósfera terrestre. ¡No mires atrás!

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La causa más frecuente de las luces rosas en el cielo se relaciona con la dispersión de la luz solar en la atmósfera terrestre. Se trata de un fenómeno conocido como la dispersión de Rayleigh. Este efecto es el mismo que hace que el cielo sea azul durante el día. Sin embargo, al amanecer o al anochecer, cuando el Sol está bajo en el horizonte, la luz solar tiene que viajar a través de una mayor cantidad de atmósfera.

Durante este trayecto prolongado, las longitudes de onda más cortas (azules y violetas) se dispersan aún más. Así, dejan que las longitudes de onda más largas (rojas, naranjas y, en ciertos casos, rosadas) sean las que prevalezcan y alcancen el ojo del observador. En Wisconsin, con sus cielos amplios y a menudo claros, estas condiciones pueden ser propicias.

No mires atrás

Partículas en la atmósfera: polvo, nieve y hielo

La presencia de partículas en la atmósfera juega un papel crucial en la intensificación y el matiz de las luces rosas. Pequeñas partículas de polvo, humedad, aerosoles o, en el caso de Wisconsin, cristales de hielo y copos de nieve, pueden actuar como prismas o reflectores.

Cuando la luz solar incide sobre estas partículas en ángulos específicos durante el amanecer o el atardecer, pueden dispersar la luz de maneras que acentúan las tonalidades rosadas y púrpuras. Las condiciones invernales o de alta humedad, típicas de ciertas épocas en Wisconsin, pueden crear la atmósfera perfecta para que estas luces se manifiesten con una intensidad notable.

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