El caso de Rebecca «Becky» Marie Watts es una de las historias criminales más impactantes y horribles en el Reino Unido
La joven de 16 años fue asesinada en su propia casa en Bristol en febrero de 2015, en un crimen que implicó a su hermanastro y a su pareja, y que terminó con el desmembramiento de su cuerpo. El caso de Becky Watts.
A Becky Watts la vieron por última vez el 19 de febrero de 2015 en su casa en St George, Bristol. Su madrastra, Anjie Galsworthy (madre de Nathan Matthews), la vio por última vez esa mañana antes de salir para una cita médica.
Su desaparición provocó una intensa y emotiva campaña de búsqueda en la comunidad, con familiares, amigos y voluntarios organizando batidas y distribuyendo carteles de personas desaparecidas por toda la zona. La policía inició una gran investigación, tratándola inicialmente como un caso de persona desaparecida.
La esperanza de encontrar a Becky con vida se desvaneció trágicamente cuando la investigación se centró en su hermanastro, Nathan Matthews, y su novia, Shauna Hoare.

La fiscalía describió la motivación detrás del horrendo crimen como un plan de secuestro con macabra motivación sexual
Se reveló que Nathan Matthews y Shauna Hoare llegaron a la casa familiar el 19 de febrero de 2015, sabiendo que Becky estaría sola. La asfixiaron en su dormitorio y, después de su muerte, la apuñalaron 15 veces.
El asesinato de Becky Watts y los detalles gráficos de su desmembramiento y ocultamiento conmocionaron profundamente al público británico. La brutalidad del crimen y el hecho de que fuera cometido por miembros de su propia familia generaron una enorme consternación.
El caso destacó la importancia de la vigilancia de la comunidad en las búsquedas de personas desaparecidas y la complejidad de los lazos familiares cuando se cruzan con la criminalidad.
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