Hoy reflexiona sobre aquel episodio ocurrido en el municipio Chacao, en Caracas, en el año 2008
El galán de telenovelas venezolanas, Humberto García, protagonista de éxitos como Lucecita y La mujer prohibida, perdió la movilidad de sus piernas al ser víctima de la delincuencia mientras ofrecía sus servicios como taxista.
Y ahora le pregunté, «¿Y quién va a ser el protagonista?» porque a uno le lastima la cosa. Entonces me dijo, «Ah, el protagonista va a ser Martín la Antigua.» Yo le dije, «No me vayas a hacer caso» no me terminó de dejar de decir caso y me disparó y ahí caí.
Me desmayé por el camino y la amiga mía, no sé, ahí en adelante no recuerdo nada, solo recuerdo 41 días después despertándome en la clínica.
Humberto García es uno de los actores más destacados de la televisión venezolana. Dueño de una fuerza interpretativa única, protagonizó telenovelas que marcaron una época como la mujer prohibida y lucecita. Pero sería su papel del padre Ángel en Cristal que lo proyectaría más allá de nuestras fronteras. Convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la televisión hispana. En un rostro inolvidable para toda una generación de televidentes.
El 14 de noviembre del año 2008 en Caracas, su vida da un vuelco inesperado, un violento ataque lo dejó confinado a una silla de ruedas marcando un antes y un después. Desde entonces, con enteres y lucidez, Humberto rememora aquellos años de gloria artística y reflexiona cómo en apenas un instante el destino puede cambiarlo todo.
Bueno, señor Humberto, un placer hablar con usted. Para arrancar esta conversación. Quisiera saber esa vocación por el arte, ¿dónde cuándo nace? Alguien me dijo, «Vamos para tal sitio, voy a llevarte para un sitio que te va a gustar.» Me llevó y no sé cómo, no me acuerdo cómo él sabía eso, que me podía gustar y me llevó por el teatro Juárez y me gustó mucho lo que vi. Porque estaban haciendo una escena de teatro, preparando una escena, pues y me gustó tanto que me hice miembro del grupo de teatro y me convertí en el primer actor del grupo de teatro, para papeles de viejos.
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