La Fiscalía no se cree la «incapacidad mental» del «descuartizador de Majadahonda» y pide mantener los 27 años de condena
Bruno Hernández es un asesino español conocido como «El descuartizador de Majadahonda», un alias que obtuvo por la brutalidad y el macabro método que utilizó para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas.
En 2015, la policía española descubrió un espeluznante patrón de desapariciones en Majadahonda, un municipio de Madrid. Bruno Hernández lo detuvieron en relación con la desaparición de dos mujeres:
- Lidia de la O.: El sospechoso había alquilado la casa de esta mujer, que residía en Ávila, y se cree que la mató para quedarse con la propiedad y robarle su identidad.
- Adriana G. G.: Meses después, Hernández asesinó a su tía, que se había mudado con él para investigar la desaparición de Lidia.
Se sospecha que Bruno Hernández desmembró los cuerpos de ambas víctimas, utilizando una trituradora industrial de carne para deshacerse de los restos. La policía encontró fragmentos óseos en la propiedad que, tras el análisis de ADN, los identificaron como pertenecientes a las víctimas.

Juicio y Condena
Durante el juicio, Hernández se negó a confesar y a revelar el paradero exacto de los restos de sus víctimas.
- Veredicto: En 2018, lo declararon culpable de los dos asesinatos y de otros delitos como la falsificación de documentos y la estafa.
- Sentencia: Lo condenaron a un total de 27 años de prisión.
El condenado hizo desaparecer los cuerpos ocultándolos en un lugar desconocido, aún por determinar. En el registro de su vivienda se encontraron diferentes armas para las que no tenía licencia.
A día de hoy, Bruno Hernández continúa cumpliendo su condena y el caso sigue siendo uno de los más infames en la historia criminal española.
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