Fue conocido como «El Asesino del Baño de Ácido» (The Acid Bath Murderer)
John George Haigh (1909-1949) fue un asesino en serie británico que se hizo tristemente célebre por su método único y macabro para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas.
Crímenes y Modus Operandi
Haigh era un estafador y ladrón convicto antes de recurrir al asesinato. Su motivo principal era el beneficio económico; robaba las propiedades y posesiones de sus víctimas. Sus crímenes, que tuvieron lugar en la década de 1940, se distinguieron por su método:
- Disolución en ácido: Haigh asesinaba a sus víctimas y luego disolvía sus cuerpos en bidones de ácido sulfúrico en un intento de destruir toda evidencia forense. Luego se deshacía de los restos líquidos en las alcantarillas.
- Víctimas: Fue condenado por el asesinato de seis personas, aunque se sospecha que el número total pudo ser mayor. La policía solo pudo recuperar pequeños fragmentos de huesos, grasa corporal y, en el caso de su última víctima, una dentadura postiza.

Captura, Juicio y Ejecución
La ola de crímenes de Haigh llegó a su fin en 1949 tras el asesinato de su última víctima, la señora Olive Durand-Deacon.
- La Investigación: La policía comenzó a investigar la desaparición de la señora Durand-Deacon y pronto conectó su desaparición con Haigh, quien había estado vendiendo algunas de sus pertenencias. El descubrimiento de los restos humanos en el bidón de ácido en su almacén selló su destino.
- El Juicio: Durante el juicio, Haigh intentó declararse insano, alegando que bebía la sangre de sus víctimas, pero esta afirmación la descartaron. El jurado lo encontró culpable.
- Ejecución: John George Haigh lo ejecutaron en la horca el 10 de agosto de 1949. Su caso tuvo un impacto significativo en la criminología de la época, impulsando el desarrollo de métodos forenses más avanzados.
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