Cómo la interpelación de Pam Bondi derivó en acusaciones de «politización de la justicia» en EE. UU.

La interpelación de la secretaria de Justicia, Pam Bondi, por parte de la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, mostró la profunda división entre la izquierda y la derecha de ese país, sobre cómo se está llevando a cabo la justicia en Estados Unidos.

Demócratas y republicanos se acusaron y hablaron repetidamente sin escucharse durante toda la audiencia, señalándose entre sí sobre quién era el culpable de haber politizado el Departamento de Justicia.

Los demócratas señalaron a Bondi de permitir que el presidente Donald Trump dirigiera procesos judiciales contra sus enemigos políticos, incluida la acusación del mes pasado contra el exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) James Comey. 

Los republicanos, a su vez, culparon al Departamento de Justicia de Joe Biden de usar al fiscal especial Jack Smith para procesar a Trump y espiar a los republicanos, señalando la publicación del lunes de documentos que muestran que la investigación de Smith obtuvo registros de llamadas mediante una orden judicial de ocho senadores republicanos.

Bondi llegó a la audiencia preparada para esquivar las preguntas demócratas sobre diversos temas, desde el procesamiento de Comey y la divulgación de los archivos de Epstein hasta el despliegue de militares de la Guardia Nacional en estados demócratas.

 También tenía una batería de ataques personales listos para rechazar a sus interlocutores demócratas.

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La estrategia de Bondi: desviar y contraatacar


Bondi evitó responder directamente preguntas sobre la investigación del delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, los despliegues de la Guardia Nacional y las investigaciones sobre los enemigos políticos de Trump. Usó respuestas rápidas para desviar la atención y ataques personales para intimidar a los demócratas.

Cuando los senadores la presionaron sobre los vínculos de Trump con Epstein, la secretaria de Justicia afirmó repetidamente que los mismos demócratas tenían conexiones con otro supuesto asociado de Epstein, el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman.

También desafió a los demócratas preguntándoles por qué no habían expresado preocupación sobre el caso Epstein antes de su mandato: “¿Le preguntaron algo de esto a Merrick Garland en los últimos cuatro años cuando se sentó frente a ustedes?”.

Y cuando el senador de Illinois, Dick Durbin, presionó a Bondi sobre la justificación legal para enviar militares de la Guardia Nacional a su estado en contra de los deseos del gobernador, la secretaria de Justicia retrucó: “Desearía que amara tanto a Chicao como odia al presidente Trump”.


Atacó personalmente a varios otros demócratas.

En intercambios menos polémicos, la secretaria de Justicia respondió a preguntas donde cuestionó a los demócratas por no votar para poner fin al cierre del Gobierno.

“El problema de personal que tengo ahora mismo es que todos mis agentes, todos mis abogados, están… trabajando sin cobrar porque su partido votó para cerrar el Gobierno federal”, dijo Bondi.


La influencia de Trump en el Departamento de Justicia


Los demócratas citaron numerosos ejemplos que, según dicen, muestran que Bondi no ha logrado mantener al Departamento de Justicia independiente de los caprichos y deseos del presidente.

Se le preguntó por una publicación de Trump en redes sociales en septiembre donde instaba directamente a Bondi a procesar a tres de sus enemigos políticos, diciéndole que “no podemos seguir demorando” y que no presentar cargos penales contra varios demócratas está “afectando nuestra reputación y credibilidad”.

Bondi respondió: “Trump es el presidente más transparente en la historia de Estados Unidos, y no creo que haya dicho algo que no haya dicho durante años”.

Blumenthal mostró una foto de Bondi cenando en la Casa Blanca con Trump la noche anterior a la acusación contra Comey. Ella rechazó su sugerencia de que fuera una cena informal, pero no quiso comentar sobre lo que había discutido con el presidente.

“No voy a hablar sobre ninguna conversación que haya tenido o no haya tenido con el presidente de Estados Unidos”, dijo.

Los despidos

Los demócratas también presionaron a Bondi sobre el despido de numerosos funcionarios del Departamento de Justicia, incluidos abogados despedidos por su trabajo en los casos del 6 de enero o por negarse a ciertas acusaciones contra figuras contrarias a Trump. Ella dijo que no iba a hablar de asuntos de personal.


Varios senadores republicanos destacaron la publicación de documentos la noche anterior a la audiencia de este martes que mostraban que los registros telefónicos de ocho senadores republicanos y un legislador de la Cámara fueron obtenidos como parte de la investigación del fiscal especial sobre Trump y la interferencia en las elecciones de 2020.

Bondi calificó la revelación como una “traición a la confianza pública”.

“Estuvieron jugando a la política con los poderes de la ley y pasarán a la historia como una traición histórica a la confianza pública”, afirmó Bondi. “Este es el tipo de conducta que destruye la fe del pueblo estadounidense en nuestro sistema judicial”.

Mientras republicanos y demócratas se turnaban para interrogar a Bondi, las acusaciones de politización de la justicia siguieron volando hacia ambos lados, con los dos partidos reprochándose de aplicar un doble estándar.

“El doble estándar es evidente, y el pueblo estadounidense está despertando ante la corrupción, el favoritismo y la ilegalidad en el Departamento de Justicia”, dijo Hirono haciendo referencia al departamento bajo Bondi.

“El doble estándar es clarísimo”, replicó Bondi después de que se acabara el tiempo de Hirono. “No se quejaron durante cuatro años cuando el presidente Trump fue investigado por Jack Smith, por el último Departamento de Justicia, pero el pueblo estadounidense habló clara y contundentemente cuando lo eligió abrumadoramente. El sistema de justicia de dos niveles se acabó”.

Con información de CNN

Con información de CNN

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