Su caso es notorio por la combinación de sadismo y un fetichismo sexual extremadamente inusual que estuvo íntimamente ligado a sus asesinatos
Jerome «Jerry» Henry Brudos (1939-2006) fue un asesino en serie y violador estadounidense conocido como el «Asesino del Zapato» (Shoe Fetish Killer), cuyos crímenes tuvieron lugar en Oregon a finales de la década de 1960.
Crímenes y Modus Operandi
Los crímenes de Brudos se desarrollaron entre 1968 y 1969 en el área de Salem, Oregón. Su patrón criminal se caracterizó por la escalada de violencia y su obsesión con el calzado femenino.
El Fetichismo
La principal fijación de Brudos era el calzado de mujer. Coleccionaba zapatos y botines, y su deseo de obtenerlos era una motivación clave para buscar a sus víctimas.

Las Víctimas
- Brudos lo condenaron por el asesinato de al menos cinco mujeres jóvenes:
- Linda Salee (1968): Secuestrada mientras hacía autostop.
- Jan Susan Whitney (1968): Abusada y estrangulada.
- Karen Sprinker (1968): Su caso ayudó a la policía a perfilar el tipo de agresor.
- Linda Slawson (1969): Asesinada después de ser engañada por Brudos para que le mostrara zapatos.
- Carolyn Geisler (1969): La última víctima antes de su captura.
Atrocidades Post-Mortem
Los crímenes de Brudos los catalogaron particularmente espeluznantes debido a las acciones que realizaba con los cuerpos, impulsadas por su fetichismo:
- Mutilación: Realizaba actos de mutilación y necrofilia. En varios casos, removió y coleccionó partes de sus víctimas, como pechos o pies.
- Vestir a las Víctimas: Brudos llevaba los cuerpos a su casa y los vestía repetidamente con ropa, zapatos y lencería, llegando a fotografiarlos.
- «Muñecos» Macabros: Su garaje y sótano se convirtieron en un macabro estudio donde manipulaba los cuerpos, a menudo con los zapatos de las víctimas, para satisfacer sus fantasías.
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