Motivos del culé para creer… o no

El aficionado del Barcelona se fue a la cama el miércoles con sensaciones encontradas. Tras ver la actuación de su equipo en el último Clásico del año, había razones poderosas para sentirse decepcionado. Los de Ernesto Valverde no habían sido capaces de marcar el paso en un partido en su casa, ante su gente, contra el máximo rival y con todo el planeta futbolístico pendiente.

La primera impresión es que el Barcelona todavía está tierno. A pesar de que la temporada está cerca de alcanzar su ecuador, los catalanes siguen sin funcionar como una máquina engrasada. Algo que sí consiguieron hacer en las primeras temporadas con el Txingurri al mando. Por contra, el Real Madrid dio la impresión de tener las cosas mucho más claras cuando tenía la pelota. Paradójicamente, el equipo que propuso y dispuso el pasado miércoles en el Camp Nou no fue el local, sino el que entrena Zinedine Zidane.

Con esa sensación en el cuerpo, es normal que estos días haya cierto pesimismo entre la parroquia culé. La pregunta de si este equipo está capacitado para rascar algún título grande está sobre la mesa. Ahora mismo tiene pinta de que el Real Madrid presentará batalla por LaLiga, algo que en las últimas temporadas no ha conseguido. Además, da la sensación de que jugando así, es prácticamente imposible ganar una competición como la Liga de Campeones, el gran objetivo para los catalanes esta temporada.

No obstante, no todo fue malo en el Clásico para los intereses de los culés. Al fin y al cabo, los barcelonistas salieron del enfrentamiento con el eterno rival manteniendo su condición de líderes de LaLiga Santander y dependen de sí mismos para mantener esa condición a final de año.

Además, hay un factor que nunca se puede obviar y que siempre convierte al que lo tiene de su lado en favorito para cualquier partido: Leo Messi. Sin alcanzar su mejor versión en el partido del miércoles, el argentino tuvo el destino del Clásico en sus botas en más de una ocasión.

Lo único que quedó claro en el enfrentamiento del miércoles es que el culé está preocupado. Visto lo visto, ¿tiene motivos para ello?

 

Vía MARCA

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