Su nombre es José Durán, es venezolano, es migrante y vive en Santiago de Chile. Hasta allí todo pareciera ser normal o común, en medio de la realidad que se ha apoderado prácticamente de cada familia en Venezuela: tener al menos uno de sus miembros fuera del país.
No obstante, a Durán le invadieron las ganas de ayudar a los más necesitados y desde la tribuna de la ONG, Vene Ayuda que opera en la capital chilena, ayuda a los más vulnerables, sobre todo con la llegada del coronavirus a ese país ha intensificado su trabajo.
Cuando los casos de COVID19 comenzaron a aumentar en Chile y el confinamiento se hizo obligatorio, Durán decidió lanzar la campaña «Una mano para Chile» y a través de esa iniciativa ha solicitado donaciones de alimentos, insumos y ropa para familias en situaciones críticas, en su mayoría ciudadanos venezolanos.
Su prioridad son los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores y ahora la campaña tiene más fuerza, debido a la delicada situación de los inmigrantes de varios países de la región que pernoctan a las afueras de las embajadas por no contar con un trabajo que les genere ingresos, lo que impide que puedan pagar alquileres.
En medio del caos, el joven ha podido recolectar –junto con otras organizaciones civiles– colchones, alimentos no perecederos, agua, insumos y ropa de invierno para los venezolanos que llevan días durmiendo en un campamento improvisado en los alrededores de la sede diplomática venezolana en Santiago.
Las redes sociales han sido un gran apoyo para Durán, pues las ha usado para atender a un grupo de ciudadanos colombianos que también están durmiendo afuera de la sede de la embajada de su país. “Todo es con el fin de ayudar a aquellas personas o familias que sean menos favorecidas. chilenos, haitianos, venezolanos, todas las nacionalidades. La ayuda es para cualquiera que lo necesite”, dijo.
Con información de El Diario.
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