El croata Frane Selak ha sobrevivido a siete accidentes mortales: se cayó de un avión, se estrelló en un tren, le explotó un carro, lo cogió un bus y otros. Lo que es increíble es que después de todo esto se ganó el premio gordo de la lotería.
Muchas personas pueden decir que se han salvado de la muerte, que estuvieron cerca de ella o que han sentido el temor de acabar en un accidente. Sin embargo, ninguna puede anotar que la ha burlado siete veces. Solo el croata Frane Selak: un profesor de Música que estuvo muy cerca de despedirse de este mundo en siete accidentes catastróficos, pero, en vez de eso, sobrevivió de milagro y se volvió millonario al ganarse la lotería en 2003. Sin duda, Selak es un hombre muy de malas y, a la vez, muy de buenas.
Si existe un “todopoderoso”, debe tener planes muy especiales para este personaje de 87 años que los medios de comunicación bautizaron como “el hombre desafortunado con más suerte en el mundo”. Y no se quedan cortos con esa descripción. Sus escapes y salvadas, aunque parecieran escenas de la serie ochentera MacGyver, hacen parte de una historia real, por mucho que cueste entenderlo.
Sus roces con la muerte comenzaron en 1962, cuando tenía 33 años y el tren en el que viajaba se descarriló y terminó en un río. Aunque el accidente dejó un saldo de 17 personas muertas por ahogo, Selak solo sufrió una fractura en el brazo e hipotermia, y siguió vivito y coleando como si nada. Desde ese momento, su vida empezó a desafiar cualquier tipo de lógica, pues sobrevivió a experiencias cada una más amenazante que la anterior.
En 1963, solo un año después de salvarse del accidente del tren, Selak experimentó su primer y único viaje en avión. Y, claro, fue aspirado por una puerta en mal funcionamiento. Pero tuvo tan buena suerte que aterrizó sobre un pajar, sin un rasguño, mientras que los otros 19 tripulantes de la aeronave murieron cuando esta se estrelló.
Pasaron tres años antes de que se enfrentara a la muerte por tercera vez. En esa ocasión, viajaba en un bus que se salió de la carretera y terminó en un río. El resultado: cuatro pasajeros ahogados; Selak, intacto. Según cuenta, nadó hasta la orilla con algunas cortadas en la piel y sendas contusiones, pero una vez más vivió para contarlo.
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Mas de buenas q el q se cayo de espaldas y se partio el toche
Parece un gato