Las personas que viven en vecindarios con muchos pajaritos, arbustos y árboles son menos propensas a sufrir de depresión, ansiedad y estrés.
Esto quedó establecido en un estudio sobre las aves realizado por investigadores de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, del Fondo Británico de Ornitología y de la Universidad de Queensland, Australia.
La investigación, que involucró la participación de cientos de personas, concluyó que poder observar a las aves y la vegetación cerca de casa tiene efectos beneficiosos para la salud mental, ya se trate de vecindarios urbanos o de zonas suburbanas más verdes.
Para este estudio se evaluó la salud mental de más de 270 personas de diferentes edades, niveles socioeconómicos y etnicidad.
Concluyeron que aquellos que pasaron menos tiempo al aire libre que lo acostumbrado en la semana anterior a ser entrevistados tendieron a reportar más ansiedad o depresión.
Más aves, menos estrés
Tras realizar extensos sondeos sobre número de aves durante la mañana y la tarde en las regiones inglesas de Milton Keynes, Bedford y Luton, el estudio encontró que los niveles más bajos de depresión, ansiedad y estrés estaban asociados con una mayor cantidad de aves que la gente podía ver en horas de la tarde.
Se pudo conocer, que en investigaciones anteriores encontraron que las personas no tienen una especial habilidad para identificar especies diferentes, lo que sugiere que, para la mayoría, es la interacción con las aves y no un tipo específico de pájaro, lo que mejora el bienestar mental.
«Este estudio empieza a esclarecer el papel que algunos elementos clave de la naturaleza juegan en nuestro bienestar mental», expresó el doctor Daniel Cox, investigador de la Universidad de Exeter.
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