Con sólo abrir una lata de sardinas puedes retrasar la aparición de arrugas (eso sí, antes tienes que comértelas…)
Tu abuela tenía razón: El pescado le viene bien a tu cerebro y una dosis diaria de aceite de hígado de bacalao te ayuda a mantenerte fuerte y sano.
Pero de lo que a lo mejor no se ha dado cuenta es que el pescado también puede retrasar el envejecimiento y ayudarte a parecer y sentirte más joven. Todo se reduce a algunos ácidos grasos especiales que se encuentran en el pescado llamados Omega 3. Estos aceites son vitales para el funcionamiento de todas las células de nuestro cuerpo; aún así, nuestro organismo no las puede fabricar, tenemos que conseguirlas a partir de la comida. ¿Estás preparado para leer dos palabras muy largas? Los Omega 3 más valiosos son el Ácido docosahexaenoico (DHA) y el Ácido eicosapentaentaenoico (EPA). Se encuentran en niveles elevados en el salmón, los arenques, las sardinas (tanto en su modalidad mediterránea como atlántica), la caballa, el atún y la trucha.
En un reciente best-seller se recomendaba comer salmón tres veces al día como sustituto de un estiramiento facial. Los que ya se han convertido juran que reduce las arrugas. Los ácidos grasos Omega 3 contienen una sustancia química que estimula el funcionamiento nervioso y facilita que los músculos bajo la piel se contraigan y se estiren. Pero no hace falta comer pescado con tanta frecuencia para sentirse joven durante más tiempo.
Una Buena Idea…
¿No se te ocurre ninguna forma fácil de cocinar pescado? ¿Qué te parece el salmón fresco, asado o cocido a fuego lento en un poco de leche y adornado con eneldo fresco o perejil? La caballa es un pescado magnífico que sirve tanto para la barbacoa o como para una cena elegante, prueba a rellenarlo con trozos de limón y finas hierbas y ásalo en el horno sobre papel de aluminio. Y por qué no añadir filetes de trucha ahumada a la ensalada, así lograrás un almuerzo con una elevada cantidad de selenio, que es anticancerígeno, y Omega 3. Las enlatadas también son buenas. Añade una lata de anchoas a la salsa de tomate para pasta o pónselas a la pizza. O hazte una cena express a base de una tostada de pan de multicereales con sardinas, arenques o boquerones.
Pensemos el caso de los inuit (esquimales). ¿Sabías que en su lengua no existe una palabra para referirse a los infartos simple y llanamente porque rara vez se producen? Se piensa que esto se debe a su dieta y por eso algunos médicos recomiendan que la copiemos. Pero si no te gusta la grasa de ballena o de foca como alimento invernal, no te preocupes, conseguirás lo mismo si comes el mismo tipo de pescado que comen las ballenas y las focas: Salmón, arenques, anchoas, caballa y atún. Los ácidos grasos Omega 3 calman la inflamación de las paredes arteriales, así como reducen la producción del colesterol malo LDL, aumentando los niveles de colesterol bueno HDL, disminuyendo la tensión arterial y los latidos irregulares del corazón.
Gracias a numerosos estudios, sabemos que estos valiosos aceites juegan un papel fundamental a la hora de mantener a raya los derrames cerebrales, el cáncer de mama, el asma y proteger las articulaciones. Existen estudios científicos que apoyan lo que nuestros ancestros sabían por instinto, que el pescado es beneficioso para el cerebro. Un estudio ha demostrado que las personas mayores que toman pescado o mariscos una vez a la semana tienen menos riesgo de desarrollar una demencia.
La Frase:
«El pescado, para saber bien, tiene que empaparse tres veces: en agua, en mantequilla y en vino».
Proverbio polaco.
Los Omega 3 funcionan mejor asociados a otro grupo de aceites esenciales llamados Omega 6, que se encuentran en aceites vegetales como el de girasol, soya, cáñamo y linasa, que son importantes para reducir el colesterol en sangre y nutrir la piel. Gracias al uso generalizado del aceite de girasol en la elaboración de los alimentos, somos pocos los que tenemos carencias de Omega 6, pero a su vez, la ingesta de Omega 3 se ha visto reducida a más de la mitad (no comemos tanto pescado y tendemos a tomar variedades bajas en grasa como el bacalao y el abadejo en lugar de los arenques y la caballa). Los científicos creen ahora que demasiados Omega 6 en la dieta pueden deshacer el trabajo de los Omega 3. Para reestablecer el equilibrio, intenta reducir la cantidad de fritos, las comidas procesadas y las marinas y toma más pescado azul. Intenta tomarlo al menos dos veces por semana.
Otra Idea Más…
Los Omega 3 no son las únicas grasas positivas para ti. Las monoinsaturadas son también eficaces a la hora de retrasar el envejecimiento.
Tomado de: Sally Brown. Vive más y Mejor. Técnicas anti-ageing para conservar la salud y la juventud, de la colección 52 Ideas Brillantes de la Editorial Nowtilus, Madrid 2005.
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