Mientras trabajaban en el alcantarillado público de la población de Tama, dieron con algo increíble: el elaborado relieve del templo de Ptolomeo IV.
Obras de saneamiento en la orilla Oeste del río Nilo en el Alto Egipto, han dejado al descubierto los restos del templo de Ptolomeo IV, el cuarto faraón de la Dinastía Ptolemaica (222 – 205 a. C.)
Hijo de Ptolomeo III y Berenice II, el comienzo de su reinado coincide con el inicio del declive del imperio.
Ptolomeo IV Filopátor está considerado por los historiadores griegos como un gobernante débil que fue manipulado por los funcionarios alejandrinos, a pesar de la gran victoria en la Batalla de Raphia.
Tras el fortuito hallazgo, se han paralizado los trabajos para permitir a los arqueólogos realizar su labor.
De este modo, han desenterrado la esquina suroeste del templo y los restos del muro que se dirigía del norte al sur, con varios pisos de piedra caliza.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mostafa Waziri, ha afirmado en un comunicado que después los trabajos se centraron en el Sur.
Las ruinas descubiertas presentaban inscripciones del antiguo dios egipcio Habi, acompañado de muchos animales diferentes, y restos de textos que contienen el nombre de Ptolomeo IV.
También se ha encontrado otro muro en dirección oeste, cubierto con losas de piedra caliza.
Kom Shaqao es la capital de la décima región de Egipto, se encuentra al oeste de la ciudad de Tama y antes era conocida como Wagit.
De hecho, la mención más antigua aparece en la Cuarta Dinastía, en el templo de Hathor.
Tomado de ABC cultura
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