La miel: Conozca las maravillas del azúcar preparado por las abejas

La miel, el azúcar preparado por las abejas.

No necesita pasar por procesos artificiales para que el hombre la utilice en su alimentación.

La miel es, entre los azúcares, el que mejor se presta para la alimentación.

En la naturaleza hay diversas clases de azúcares, tales como la glucosa (azúcar de uva) y la levulosa (azúcar de fruta) que se presentan en moléculas lo bastante pequeñas como para que puedan ser absorbidas sin que sea necesario que sufran la acción de los jugos digestivos.

Otras clases, como el azúcar común, la sacarosa, también llamada azúcar de caña, están formadas por moléculas más grandes, de modo que para que sean absorbidas por el organismo necesitan, en primer lugar, transformarse en otras más pequeñas, bajo la acción de los jugos digestivos.

La miel es un azúcar ideal para la alimentación, porque en su composición entran 40% de levulosa y 34% de glucosa. Como ya se dijo, estas dos especies de azúcares no necesitan sufrir la acción de los jugos digestivos para su necesaria absorción.

La miel sólo contiene 2% de sacarosa, azúcar cuyas moléculas tienen que ser transformadas por los jugos digestivos en otras menores para que sean absorbidas. Por lo tanto, casi la totalidad de los azúcares contenidos en la miel, una vez ingerida, pueden ser inmediatamente absorbidos y pasar a la sangre donde proporcionarán calor y energía.

Además de su alto contenido de azúcar, la miel tiene también vitaminas: siete vitaminas del grupo B y vitamina C. Posee minerales en cantidad no despreciable.

La miel ofrece la siguiente composición química:

Agua: 17,7

Levulosa (azúcar de frutas) 40,5

Glucosa (azúcar de uva) 34,0

Sacarosa (azúcar de caña) 1,9

Dextrina y gomas 1,5

Minerales 0,18

Total: 95.78%

Los componentes restantes que completan el cien por ciento, están representados por aminoácidos, ácidos orgánicos, vestigios de proteínas, compuestos aromáticos, etc. Entre los minerales están: el calcio, el cobre, el manganeso, el fósforo, etc.

Como se puede ver, cerca del ochenta por ciento de la composición de la miel son azúcares, sustancias alimenticias que proporcionan calor y energía al organismo.

También tiene la ventaja de ser de fácil digestión, pues un setenta y cinco por ciento está formado por glucosa y levulosa, azúcares que son inmediatamente absorbidos sin necesidad de que actúen entre ellos los jugos digestivos.

La Reina de los Azúcares

En virtud de sus cualidades, la levulosa recibe la denominación de «Reina de los azúcares». Casi dos veces más dulce que el azúcar de caña, tiene un sabor que bien se podría calificar de sabor agradable por excelencia.

Es muy difícil obtener esta variedad de azúcar en estado de pureza, pues casi siempre se presenta en las frutas, mezclada con otras clases de azúcares.

Igualmente, es difícil poder obtenerla en estado sólido (cristalizada). En la miel está representada por la parte líquida, porque cuando en ésta se encuentran cristales, éstos nunca están formados por la levulosa, sino por la glucosa y la sacarosa.

La glucosa es un poco diferente de la levulosa. Es la parte sólida de la miel. Sin embargo, a veces puede ser hallada en estado líquido en este alimento.

La glucosa se cristaliza con facilidad, y como la proporción de agua es más o menos la mitad de la de la levulosa, los cristales de ésta se depositan con facilidad en el fondo del recipiente, formándose así el granulado en la miel.

La miel es un magnífico alimento y fuente de energía.

Es sana y no tiene el peligro de contaminaciones, pues en ella no se pueden desarrollar bacterias o microbios que causen enfermedades.

Si bien la miel no es la mejor fuente de vitaminas, sin embargo, no está completamente desprovista de ellas.

Al usarse la miel como alimento, se ingiere una pequeña cantidad de las vitaminas requeridas para la utilización de los azúcares de que se compone este producto alimenticio. Sabemos que muchas vitaminas del grupo B se requieren para la utilización de los azúcares por parte del organismo humano.

Se ha comprobado que la miel proporciona aproximadamente 1/25 de la tiamina que se requiere para ser utilizada por el organismo. Da también 1/8 de riboflavina y 1/10 de niacina, que se necesitan para utilizar los azúcares contenidos en este precioso alimento.

En los Estados Unidos, se considera la miel como un magnífico complemento de la leche en la alimentación de los niños.

Por sus buenas cualidades de digestión muy fácil, de absorción rápida, de sabor agradable, etc., se usa, con mucha aceptación, en los hospitales del niños del gran país del Norte.

Los experimentos hechos en las clínicas modernas prueban que la miel favorece la fijación del calcio en el organismo infantil cuando éste está en pleno desarrollo. En los hospitales para niños, tanto en Austria como en Suiza, se viene realizando lo mismo con resultados excelentes.

La miel de abeja puede ser usada como sustituto ventajoso de la miel de caña (melaza). Es enteramente ocioso enumerar todos los usos y empleos de la miel, tan vastos como los del azúcar común, y con la ventaja de que no tiene algunos de los inconvenientes de esta última.

En toda la América del Sur y la América Central, donde en general resulta muy fácil la adquisición de este producto, es necesario que se enseñe al público a utilizar este artículo indispensable, en un buen y equilibrado régimen alimentario.

 

Tomado de: «El Azúcar preparado por las abejas» por: De Miranda, Dr. Antonio A. En: Nutrición y Vigor. Publicaciones Interamericanas, California, USA. pp. 139-142.

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Wikipedia: Todo sobre la Miel

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