Representantes de diferentes organizaciones no gubernamentales aseguraron que el el Táchira fue escenario de las más terribles violaciones a los derechos humanos.
Leonardo Manrique coordinador de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia capítulo Táchira hizo referencia a casos emblemáticos como el asesinato del joven estudiante Luigi Guerrero quien cayó abatido en la marcha del 23 de enero en San Cristóbal y cuyo crimen quedó impune.
También recordó que durante el 23 de febrero, día en que se pretendió pasar la ayuda humanitaria a nuestro país, grupos armados y colectivos que operan en la frontera arremetieron, dispararon y amenazaron a la población.
«Ese día las casas de la dirigencia opositora en la frontera amanecieron pintadas y las familias fueron declaradas objetivos o blanco de los colectivos», resaltó Manrique.
Dijo que los habitantes del Táchira en el 2019 fueron víctimas de la una violación constante y sistemática de sus derechos, pues el estado venezolano les negó servicios básicos como el gas, la luz, la gasolina y la salud.
Por su parte, Javier Tarazona Director de Fundaredes, destacó que la zona fronteriza pasó a ser tierra de nadie y un escenario propicio para enfrentamientos y luchas armadas que se disputan el control de los ilícitos que allí se cometen.
Reiteró que la deserción escolar fue uno de los hechos más significativos y que muchos niños y jóvenes abandonaron las aulas para pertenecer a las filas de las organizaciones armadas.
«La impunidad y la criminalidad fue la constante en los estados fronterizos, seguiremos investigando y documentando los casos para lograr que se haga justicia en una tierra que se convirtió en una zona donde el estado son los grupos al margen de la ley.
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