La inteligencia eterna de Freeman Dyson o escenario Dyson afirma que los seres inteligentes pueden tener un número infinito de pensamientos en un universo abierto
La idea se publicó en 1979 en un artículo científico y luego en un popular libro por el físico y matemático inglés Freeman Dyson.
Freeman Dyson, físico teórico y matemático
Profesor emérito en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Estados Unidos. Además, conocido por sus trabajos en electrodinámica cuántica, física del estado sólido, astronomía e ingeniería nuclear.
Desde pequeño fue un ávido lector de ciencia ficción. Y durante su juventud trabajó en el diseño de una nave de propulsión nuclear, para la compañía General Atomics.
Por eso se entiende, en parte, que Dyson sea célebre no solo por varios conceptos teóricos sino también por varias visiones sobre el futuro.
Entres ellas está la esfera de Dyson, una megaestructura alienígena construida en torno a una estrella. Además, el árbol de Dyson, un árbol modificado para crecer en un cometa o la inteligencia eterna.
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La esfera de Dyson
Probablemente la idea sobre el futuro más célebre de este científico sea la esfera de Dyson. El argumento procede de un artículo publicado en 1960 en la revista Science y titulado: Búsqueda de Fuentes Artificiales Estelares de Radiación Infrarroja. Ahí especula que, en teoría, desde la Tierra debería ser posible ver estrellas en el espacio, en las que detectásemos huellas de alguna civilización extraterrestre.
Consideró que las civilizaciones más avanzadas se expanden hasta el punto de necesitar toda la energía procedente de su sistema solar.
Por eso, considera que la solución final para ellas sería construir un caparazón en torno a sus estrellas. Una esfera de Dyson, con el que explotar toda la energía producida.
Unos miles de años después de su desarrollo industrial cualquier especie inteligente podría ocupar una biosfera artificial en los alrededores de su estrella madre
Originalmente consideró que estas estructuras podrían estar formadas por nubes de hábitats espaciales del tamaño de asteroides. Aunque algunos autores de ciencia ficción transformaron este concepto en una corteza sólida o en versiones todavía más imaginativas.
Curiosamente, y tal como el propio Dyson reconoció, el concepto general de la esfera de Dyson nació en una novela de ciencia ficción firmada por Olaf Stapledon en 1937 y de nombre «Star Maker».
Lo más interesante es que estas megaestructuras de origen artificial deberían ser detectadas desde la Tierra. Y situarse al alcance de nuestros instrumentos, puesto que bloquearían la luz visible y emitirían un exceso de energía en forma de radiación infrarroja.
Por este motivo, los extraños cambios de brillo, detectados en 2015 en la estrella de Tabby, llevaron a algunos astrónomos a recordar el concepto de esfera de Dyson.
Además de esta, otros científicos han ideado posibles huellas tecnológicas de civilizaciones extraterrestres, como la sombra de sus satélites de comunicaciones sobre los tránsitos, los momentos en los que los planetas lejanos pasan por delante de sus estrellas.
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