‘Es demasiado’: el aprendizaje a distancia está llevando a los padres al límite

Para los adultos en la casa, tratar de hacer su propio trabajo mientras ayudan a los niños con sus tareas se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la pandemia.

El hijo de Daniel Levin, Linus, tenía que haber estado estudiando matemáticas. En lugar de eso, fingió darse una ducha en la sala, frotando una goma para borrar en sus axilas como si se tratara de una barra de jabón, lo cual molestó a su hermana de 5 años y la distrajo de sus tareas de colorear.

Sin importar sus esfuerzos, Levin, quien vive en Brooklyn, Nueva York, no logró que Linus terminara sus ejercicios de matemáticas. Tampoco esperaba mucho de la tarea de lectura.

“Debe trazar todo un marco de personalidad para un personaje hoy”, contó Levin un día la semana pasada. “Sinceramente, si escribe el nombre y la edad, lo consideraré una victoria”.

El hijo de Ciarra Kohn que estudia tercer grado usa cinco aplicaciones distintas para la escuela. La maestra de su hijo de 4 años envía la planeación de las clases, pero Kohn no tiene tiempo de hacerlas.

Su hijo mayor, que cursa el sexto año, lleva ocho materias y tiene ocho profesores; cada uno tiene su propio método. En ocasiones, cuando Kohn toma una clase con él, le pregunta si comprendió todo… porque ella no.

“Yo asumo que no entendiste, pero quizá sí”, dijo Kohn, de Bloomington, Illinois, refiriéndose a su hijo. “Luego nos enfrascamos en una discusión como: ‘¡No, mamá! ¡La profesora no se refería a eso, sino a esto!’”.

El compromiso de los padres siempre ha sido fundamental para los logros académicos de los estudiantes, tanto como cuán numeroso es un salón, el plan de estudios y la calidad de los docentes. Eso jamás había sido tan relevante como ahora y, en todo el país, las madres y los padres, obligados a prestar este servicio de emergencia, están descubriendo que es una de las partes más exasperantes de la pandemia.

Con los maestros relegados a las pantallas de las computadoras, los padres tienen que actuar como ayudantes de los maestros, monitores de pasillo, consejeros y personal de la cafetería, todo ello mientras intentan cumplir con su propio trabajo en circunstancias extraordinarias. Los trabajadores esenciales quizás son los que se encuentran en la situación más difícil, en especial si están fuera de casa durante el horario escolar, dejando solo a uno de los padres en casa, o a nadie, cuando los estudiantes más los necesitan.

Los niños de preescolar necesitan ayuda para usar la plataforma de Zoom. Los de primero de secundaria necesitan ayuda con el álgebra, que papá usó por última vez por allá de 1992. “La escuela” a menudo termina a la hora del almuerzo, dejando a los padres desde Long Island hasta Dallas y Los Ángeles haciéndose la misma pregunta: ¿Seré muy mal padre si mi hijo juega Fortnite durante las próximas ocho horas?

Yarlin Matos del Bronx, Nueva York, cuyo esposo sigue trabajando como gerente en un McDonald’s, tiene siete hijos, de 3 a 13 años, que debe mantener al corriente. Matos gastó parte de su estímulo económico en cinco tabletas de Amazon Fire porque los dispositivos prometidos por el Departamento de Educación de la ciudad no habían llegado.

Matos, estudiante de psicología en el Bronx Community College, dijo que debe quedarse despierta hasta tarde, a veces hasta las 3 de la mañana, tratando de cumplir con su propio trabajo.

“Tuve un punto de quiebre en el que tuve que encerrarme en el baño y llorar”, dijo. “Es demasiado”.

Laura Landgreen, una profesora en Denver, siempre pensó que era extraño que enviara a la escuela a sus dos hijos, Callam Hugo, de cuatro años, y Lando Hugo, de siete años, en lugar de educarlos en casa.

Ya no lo encuentra extraño. “Mi hijo de primer grado y yo nos mataríamos”, dijo. “Está bien en la escuela, pero aquí hace un berrinche cada tres segundos”.

vía The New York Times

1 comentario en «‘Es demasiado’: el aprendizaje a distancia está llevando a los padres al límite»

  1. Y quién hace un reportaje del trabajo realizado por los docentes? Preparar audios, videos, guías, y de paso usar los datos del teléfono (quienes tienen un tlf inteligente que aun funciona porque ya no pueden comprar uno nuevo). Y luego recibir más de 5 fotos de actividades de 25 o 35 estudiantes, más las preguntas de casi todos porque no entienden las instrucciones.

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