Aunque los precios de la gasolina preferencial se mantendrán muy por debajo de la mayoría de las tarifas internacionales, la mayoría de los venezolanos percibe ingresos diarios inferiores a la media mundial de pobreza monetaria fijada por el Banco Mundial.
Por ello, los obreros, los trabajadores informales y gran parte de la masa laboral de Venezuela, no podrán cubrir el astronómico incremento en el combustible. A pesar de vivir en el país con las mayores reservas certificadas de petróleo en el mundo.
Un venezolano, que devengue el salario mínimo mensual fijado por Maduro, debe invertir el 50% de ingreso mensual para llenar el mismo tanque de gasolina. El país con 300 mil millones de reservas de crudo a nivel mundial, se convirtió en la nación con la gasolina más onerosa del mundo.
Con el salario mínimo asignado por Maduro, un trabajador venezolano deberá ahorrar 12 meses, sin comer, para llenar los 12,9 tanques de gasolina de 50 litros que puede llenar un trabajador ecuatoriano con apenas un mes de salario.
Tras años esquivando el aumento, Maduro, el más antiobrero de nuestros gobernantes, logró la hazaña de hacer incomprable la gasolina en un país petrolero.
En 2018 el portal Global Petrol Prices ubicó a Venezuela como el país con la gasolina más barata del mundo. Para ese entonces, un venezolano podía repostar su tanque de gasolina de 50 litros unas absurdas 900 millones de veces, con un salario mensual -para diciembre de 2018- de 4.500 bolívares soberanos y el litro de gasolina a 0,00001 bolívares por litro. Para diciembre de 2018 el venezolano promedio percibía apena 5,65$ de salario mensual, y la gasolina venezolana seguía siendo la más barata del mundo.
A 2,17 dólares por litro, la gasolina de Hong Kong se cotiza – según Global Petrol Prices– como la más cara del mundo. Un hongkonés promedio, que perciba un salario mínimo de 718 euros, debe invertir el 15,11% de su ingreso mensual en llenar un tanque de gasolina de 50 litros. En Uruguay -el país con las tarifas más altas de gasolina en la sub-región-, las personas que ganan salario mínimo deben dedicar apenas el 19,76% de su ingreso a la compra de gasolina.
Con información de Provea.org