Cada vez más adultos mayores hacen ejercicios y siguen una dieta sana para poder disfrutar al máximo de su nueva etapa: la denominada “tercera edad”
Acá le explicamos algunos ejercicios que pueden llevar a cabo para mantenerse activos y mejorar su salud. El nivel de actividad y la posibilidad de realizar ejercicios dependerá en parte de la situación física de los adultos mayores y de su nivel de actividad habitual. En cualquier caso, hay algunas cosas que todos pueden hacer adaptándolas a nivel.
“Cualquier edad es buena para empezar a cuidarse, mantener lo que se tiene y mejorar la calidad de vida. Lo importante es crear un hábito”, señala Belén Galán, ejecutiva de la compañía thyssenkrupp Home Solutions.
El paso de los años, sobre todo a partir de la quinta y sexta década de vida, suele provocar problemas de salud y afectar en algunos casos el estado de ánimo, pero existen algunos mitos infundados sobre esta etapa. Cada vez más personas la convierten en una de las más estimulantes de su vida, son los jubillennials o jubilados activos del siglo XXI.
En contra de la creencia de que retirarse equivale a estar triste o solo, tener menos vida social y sentirse poco útil a la sociedad, la jubilación no favorece la depresión, sino que parece reducir sus síntomas, según el estudio “Jubillennials: el impacto de la jubilación en la salud a partir de los 65 años”, de Vivaz, la marca de seguros de salud de Línea Directa; la Universidad Francisco de Vitoria y el Instituto de Salud Carlos III.
En la reducción de los síntomas depresivos de la jubilación influyen haber dejado el estrés y el sedentarismo de la época laboral, para adoptar unos hábitos más saludables, como hacer ejercicio regularmente con el objetivo de mantenerse en buena forma, seguir la dieta mediterránea con más puntualidad, fumar y beber menos, y estar más satisfecho con la vida social.
“Es una generación más longeva, que además goza de una mayor calidad de vida. Son muy activos, se apoyan en la tecnología, poseen una gran capacidad de disfrutar la vida y suelen estar más concienciados con su salud tras jubilarse”, indica el doctor Manuel Castillo, presidente científico de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL) y catedrático de Fisiología en la Universidad de Granada.
Respecto de la práctica del ejercicio físico, “cualquier edad es buena para empezar a cuidarse, mantener lo que se tiene y mejorar la calidad de vida. Lo importante es crear un hábito”, señala Belén Galán, directora de Marketing y Comunicación de la compañía thyssenkrupp Home Solutions (THS).
Movimientos para vivir más y mejor
“La motivación está clara: vivir más y mejor. Solo hay que insistir hasta adquirir la costumbre y luego no costará mantenerla; es más, se echará de menos cada vez que no sea posible practicar la rutina de actividad física”, señala esta ejecutiva.
Sea del tipo que sea, de resistencia, de fuerza, de equilibrio o de flexibilidad; para preservar y potenciar los músculos y articulaciones, controlar el peso y mantener la energía; para reducir el riesgo de rigidez, fracturas, lesiones y caídas, o para estar en buena forma el ejercicio que se realice deber ser adaptado a la movilidad y estado físico de cada uno.
“Hay que progresar lentamente, establecer metas realistas, sin sentir dolor, cuidando de no agravar las patologías preexistentes y consultar al médico cuando sea necesario”, añade la experta. Además de las actividades externas como caminar, ir al gimnasio o practicar natación, THS sugiere otras formas de ejercicio físico moderado que pueden practicarse fácilmente en casa, sin grandes medios, ni gastarse el dinero en máquinas de gimnasia:
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