Uno de los mayores impactos que pueden tener las cucarachas es la expansión de una serie de bacterias y virus nocivos que pueden conducir al desarrollo de enfermedades
Las Cucarachas son unos de los insectos-plaga más comunes que existen. Se calcula que llevan presentes en la tierra por lo menos 300 millones de años y se conocen más de 3.500 especies. Su gran capacidad de supervivencia y adaptación a casi cualquier hábitat las convierte en una de las plagas más difíciles de controlar.
Estos insectos se han convertido en uno de los más indeseables para las personas debido a que comen prácticamente cualquier cosa y habitan en una amplia diversidad de ambientes, pero prefieren las condiciones cálidas y húmedas, como en las alcantarillas, por eso son un gran portador de infecciones y enfermedades.
¿Cómo contaminan las cucarachas?
Las cucarachas se pueden encontrar en los lugares más sucios y pueden alimentarse de comida putrefacta, heces, animales muertos, etcétera, por su contacto sobre el agua y alimentos para uso humano.
Depositando sus excrementos en agua o comida para uso humano o animal.
Regurgitando la comida que comen sobre el agua o comida para uso humano o animal. Las cucarachas tienen bacterias presentes en su tubo digestivo.
¿Qué enfermedades pueden ocasionar las cucarachas?
Disentería
Es un trastorno inflamatorio del intestino, que normalmente ataca al colon y produce diarreas que contienen moco y sangre en las heces. Puede causar la muerte si no se trata adecuadamente. La enfermedad se contagia a través de alimentos o agua contaminados o por contacto físico.
La disentería es un trastorno que se traduce en una inflamación del intestino, que normalmente ataca al colon y produce diarreas que contienen mocos y sangre. En el peor de los casos, si no se trata de forma adecuada, puede causar la muerte.
Gastroenteritis
Es una inflamación de la membrana interna del intestino causada por un virus, una bacteria o parásitos. La gastroenteritis viral es la segunda enfermedad más común en los Estados Unidos. La causa es, generalmente, una infección por norovirus. Se disemina a través de alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada. La mejor prevención es lavarse las manos frecuentemente.
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