Obesidad y déficit en el crecimiento: consecuencias de la cuarentena en los niños

Dejar de crecer hasta 3 centímetros y aumentar, en promedio, 1 kilogramo por mes. Estas son dos consecuencias de la cuarentena por el coronavirus en los niños, alertaron especialistas en nutrición.

«Los cambios en el ritmo de sueño, el sedentarismo, los hábitos alimentarios desajustados, la falta de luz por la escasa exposición solar y el uso de dispositivos electrónicos son algunos de los factores que pueden incidir en que los niños crezcan menos y pesen más», señaló el endocrinólogo pediatra Carlos Antillón, publicó la agencia Efe.

Dijo que desde la llegada de la pandemia, los pequeños han reducido sus horas de juego y al no poder salir, están haciendo menos ejercicio en general. “No pueden correr, apenas si pueden saltar y lo máximo que pueden hacer es moverse por la casa”.

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Además, influye el cambio significativo en los hábitos de alimentación, ya que los horarios que tienen ahora son diferentes y hay pequeños que se la pasan comiendo todo el día».

Falta de sueño… lo peor

El regreso a clases de manera virtual y exponerse a pantallas durante varias horas al día, señaló el pediatra, ha modificado las conductas en el sueño de los pequeños.

Y dormir mal, poco o cambiar el ritmo de sueño puede provocar cansancio, somnolencia, irritabilidad y cambios de carácter en los niños pero algo que es menos conocido es que los trastornos del sueño infantil pueden afectar al desarrollo.

“Esto se debe a que por la noche, durante el sueño, se desarrollan una serie de procesos metabólicos de nuestro organismo y nuestro cerebro que regulan el aprendizaje, el desarrollo cognitivo y el crecimiento”, dijo el experto.

Comer mucho y mal, no dormir lo suficiente y hacer poco ejercicio son factores que podrían ser detonantes de la obesidad infantil y del poco crecimiento de los pequeños.

Buscando equilibrio

Para el endocrinólogo, lo ideal es encontrar un equilibrio, buscar que se incremente el consumo de frutas y verduras, disminuir el consumo de comida chatarra, promover en los niños actividad física y establecer horarios de sueño.

Recomendó que si los padres notan que un niño deja de crecer, deben llevarlo al endocrinólogo para que detecte cualquier problemática y se le pueda dar atención inmediata.

“Debemos estar atentos para dar seguimiento a los niños, al final, el crecimiento es el reflejo del estado de salud de los pacientes pediátricos”, concluyó Antillón.

En México, de acuerdo con las Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018, 34,4% de los niños y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, lo que sitúa a los mexicanos en primer lugar mundial en obesidad infantil.

Con información de agencias

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