James Robinson, profesor de la Universidad de Chicago y director del Instituto Pearson explica por qué unas naciones tienen éxito y otras no.
Es una gran pregunta y muchos se la han hecho, y se la seguirán haciendo. Y hay varias respuestas.
Para el filósofo y economista alemán Max Weber (1864-1920), uno de los teóricos más importantes sobre el desarrollo de la sociedad occidental moderna, eran las diferencias religiosas o culturales las que determinaban distintos resultados económicos.
Otros han afirmado que la falta de recursos naturales o conocimientos técnicos ha impedido que los países pobres generen un crecimiento económico autosostenido.
Pero James Robinson, profesor universitario en la Universidad de Chicago en Estados Unidos y director del Instituto Pearson, sostiene que no es ninguna de esas cosas.
Robinson ha estudiado la diferencia entre países pobres y prósperos.
«La brecha es extraordinaria«, le dijo a la BBC.
«El ingreso per cápita de Noruega es al menos 50 veces el de un país pobre del África subsahariana como Sierra Leona o uno de América como Haití.
«La esperanza de vida en Sierra Leona al nacer estaría en los 30 años y la esperanza de vida en Noruega es de 80 años. Así que esa es una diferencia extraordinaria en términos de la vida y el bienestar de las personas», agrega el economista.
Experimentos naturales
Para tratar de entender, Robinson ha estudiado uno de los lugares que se conocen como «experimentos naturales».

Son situaciones que se dan sin haber sido planeadas, y son instructivas porque muestran lo que sucede cuando los humanos se distribuyen aleatoriamente y se exponen a diferentes condiciones.
Piensa por ejemplo en la frontera que separa Corea del Norte y Corea del Sur -fijada desde 1953-, o en Berlín, que se dividió entre el este y el oeste durante la Guerra Fría.
En esos casos, Corea del Sur se ha vuelto mucho más rica que Corea del Norte y Berlín Occidental se volvió mucho más rico que Berlín Oriental.
Experimentos naturales como esos son relevantes cuando estudias la cuestión de por qué algunas naciones fracasan, y Robinson ha analizado durante años uno de ellos: Ambos Nogales.
Ambos Nogales
Nogales es una ciudad dividida: queda en el norte de Sonora, México, y el sur de Arizona, Estados Unidos.
«Antes de que el presidente Trump se entusiasmara con los muros, ya había uno en Nogales».

Efectivamente: debido a la tensa relación que se vivía entre los dos países durante la década de 1910, las autoridades mexicanas levantaron cercas temporales en la frontera. Pero tras La Batalla de los Ambos Nogales, que estalló en 1918, se construyó la primera valla fronteriza permanente entre las dos poblaciones.
«Entonces, hay dos nogales, se ven muy similares en muchos aspectos, pero en aspectos muy relevantes para la vida y las oportunidades de las personas, son dramáticamente diferentes«, subraya Robinson.
Volvamos entonces a la pregunta: ¿por qué?
Se han ofrecido todo tipo de explicaciones para explicar este dramático desajuste en la riqueza de las naciones.
Una de ellas es…
Por qué algunas naciones tienen éxito y otras no: debido a las diferencias culturales
Los noruegos, sostiene el argumento, están arraigados en una ética de trabajo protestante. Por el contrario, en algunos otros lugares la gente es más holgazana.
Pero eso no puede explicar el caso de Nogales.

En términos de música, comida, valores familiares, etc., no existen diferencias culturales significativas entre el norte y el sur de Nogales. Y James Robinson cita otras pruebas para socavar el relato cultural.
«Algo que hemos investigado mucho es el impacto del colonialismo europeo en el desarrollo comparativo en el mundo.
«Mucha gente dice: ‘la razón por la que Estados Unidos es tan próspero es porque vinieron los ingleses, trajeron esta ética de trabajo protestante anglosajona’. Pero si observas la cuestión del impacto de la cultura británica de manera más amplia en el mundo colonial, verás que eso no puede ser cierto.
«Es cierto que entre las antiguas colonias británicas están Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, pero también Zimbabue y Sierra Leona. Entonces, no son realmente los británicos en América del Norte los que crearon toda esta prosperidad».
Para Robinson, el colonialismo más bien provee pruebas de que las hipótesis culturales no explican realmente el desarrollo comparativo.
Entonces, si no es la cultura, ¿qué más podría explicar la desigualdad de la riqueza?
Por qué algunas naciones tienen éxito y otras fracasan: ¿Es debido a la geografía?
Quizás algunos países tienen una ubicación ventajosa: mejor clima, por ejemplo, o están en una ruta comercial.
Pero eso tampoco puede explicar el fenómeno de Nogales.

Intentemos de nuevo…
¿Los recursos naturales son la razón por la que algunas naciones tienen éxito?
Hay países ricos en recursos naturales… Noruega, por ejemplo, tiene petróleo.
«Sí, pero Arabia Saudita y Angola también tiene petróleo -apunta Robinson-. Los recursos naturales son excelentes si los tienes. Pero lo realmente importante es lo que haces con ellos.
«Ni Corea del Sur ni Japón son ricos en recursos naturales. Quizás tengan buena tierra, es un bien que se distribuye por todo el mundo. Pero necesita inversión, tecnología, riego, fertilizantes para ser productivo.
«El problema en África, por ejemplo, es que no hay una revolución verde, variedades de semillas mejoradas, no tiene infraestructura, no tiene carreteras, no tiene inversión.
«Por tanto, no creo que el mundo físico determine la prosperidad de la sociedad», concluye el economista.
Entonces, si la cultura, la geografía y los recursos naturales no pueden explicar esto, ¿qué puede?
En una palabra, por qué algunas naciones tienen éxito y otras fracasan
Según los estudios de Robinson, la respuesta es: instituciones.

«Me refiero a las reglas que los propios humanos crean y que influyen en sus incentivos y oportunidades.
«Los seres humanos respondemos a los incentivos, pero creamos reglas en la sociedad que generan diferentes patrones de incentivos y eso marca la diferencia».
Lo que tienen los países ricos, según el economista, son instituciones que funcionan, como parlamentos o tribunales honestos y reglas que rigen los derechos de propiedad y fomentan la competencia empresarial.
Y esas reglas tienden a ser justas, predecibles y se aplican a todos.
James Robinson establece una distinción entre lo que él llama instituciones extractivas e inclusivas. Las instituciones extractivas son aquellas que benefician a un pequeño número. Las instituciones inclusivas benefician a la población en general.
Dos multimillonarios
Para ilustrar este punto, volvamos a México y Estados Unidos. No a Nogales, sino a dos de los ciudadanos más ricos de esos países: Carlos Slim y Bill Gates.
Bill Gates fundó Microsoft. Carlos Slim está involucrado en muchos sectores. Algunos de sus negocios, como el mercado de telefonía fija, son casi monopolios.
«Son dos hombres de negocios brillantes, grandes empresarios tremendamente enérgicos y ambiciosos, pero lo crucial es cómo hicieron su fortuna«, subraya Robinson.
«Bill Gates hizo su dinero a través de la innovación. Carlos Slim hizo su dinero con los monopolios.
«La innovación de Bill Gates lo hizo extremadamente rico, pero generó mucha más riqueza para la sociedad: atrajo personas y recursos a la industria de las computadoras. En el caso de Carlos Slim, sus monopolios redujeron la renta nacional mucho más que su riqueza personal en México.
«¿Por qué se comportaron de manera diferente? Es cuestión del mundo en el que viven, de instituciones que canalizan sus energías y talento en direcciones muy, muy diferentes.
«Si quieres enriquecerte en América Latina, lo que haces es conseguir monopolios, formar vínculos con políticos. ¿Cómo se hace en Estados Unidos? Te conviertes en emprendedor, inicias un negocio, innovas», opina Robinson.
Todo lo cual plantea una pregunta importante. ¿Cómo se puede transformar el sur de Nogales en el norte de Nogales? ¿Cómo se pueden reformar las instituciones extractivas en instituciones inclusivas?
Ese es el tema de investigación actual de James Robinson.
Curadas / Vía BBC Mundo News
Mi opinión es que para que exista un desarrollo sostenible dependiendo sí tengan! o no tengan! recursos naturales cuálquier país del mundo que a su vez generé calidad de vida sin exclusión para todos sus habitantes es básico una buena educación, la inversión y la buena administración de ésa inversión para el logro de los objetivos planteados y así ése país es próspero, seguro y por ende se convertirá en una país desarrollado… Esto lo podemos lograr de nuevo y hasta hacerlos mejor que todos esos años de bonanza que vivió mi amada Venezuela. Pero sin los elementos mencionados antes jamás se podrá lograr. Los hemos tenido si. Pero ya debemos pensar en politiquería y más en buenos gerentes preparados, honestos y con mística y ética de trabajo..
Excelente artículo, con lenguaje sencillo, logra que se entienda la razón del éxito o fracaso de las naciones. Así como el efecto que tiene el comportamiento individual en el colectivo.
Excelente explicación en nuestro País o lo que queda de él deben seleccionar al personal que lo pase a dirigir después de la salida de los barcos ladrones se les debe exigir una hoja de vida donde se vea la preparación y capacidad para ocupar los diferentes cargos y estar pendientes de como se desempeña y si no cubre las expectativas sustituirlo, esa es mi opinión
Pienso que cada país tiene sus propias condiciones históricas, culturales, políticoinstitucionales,
que le han permitido desarrollo de las instituciones en extrativas o inclusivas de países. En Venezuela su modelo de Estado político económico: centralista-presidencialista, que aunado al desarrollo de una economía estatal rententista, llegando a ser el estado venezolano el primer empleador del país y monopolizar las principales industrias de la nación, todo esto permitió paralelamente el desarrollo de unas instituciones extrativas y falsamente inclusivas, en parte gracias a la existencia de una mentalidad oportunista en la cultura del venezolano. El desarrollo del mal llamado un paternalismo de Estado, en el que estás instituciones extrativas dé apariencia inclusiva terminaron degeneran con el tiempo en un populismo político. Populismo que es llevado a un extremo de la depravación por el chavismo-madurismo, y que paradójicamente y contradictoriamente llevo a punto de quiebre la economía estatal rententista, que les permitió acceder y mantenerse al poder. La lección para los venezolanos, cuando Dios mediante salgamos de esta pesadilla, es que hay la necesidad de reformar el Estado centralista, presidencialista, rentista monopolista, de tal manera que no permita que se den esas condiciones que permitieron esta deformación populista de las instituciones y de la economía nacional