La cúpula civil del Pentágono dimitió este martes después de que el lunes el presidente de EE.UU., echó de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien este verano se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales.
Según un comunicado del Pentágono, los altos cargos que han presentado su renuncia son: el subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, Joseph Kernan; y la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart.
La nota explica que Anderson presentó su carta de renuncia este martes a Trump y que su marcha se hizo efectiva hoy mismo, con lo que ha asumido sus responsabilidades como subsecretario de Defensa para Política, Anthony Tata, quien hasta ahora había trabajado en esa sección del Pentágono como funcionario de alto rango.
De acuerdo con el texto, Kernan también entregó su misiva para informar de su dimisión hoy mismo, aunque, según el Departamento de Defensa, lo planeaba desde hacía meses.
Sus funciones como subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad las toma Ezra Cohen-Watnick, que hasta ahora había ejercido como secretario adjunto en funciones para los Conflictos de Baja Intensidad.
Al igual que los otros dos responsables, la renuncia de Stewart se produjo este martes y será sustituida como jefa de Gabinete del Departamento de Defensa por Kash Patel, que ha formado parte del personal del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
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El cargo más importante
De acuerdo al diario The Wall Street Journal, Patel es un ferviente defensor de las causas del Gobierno de Trump.
Su llegada al Pentágono es un indicativo para algunos de que con él la Casa Blanca tiene un pie en la cúpula del Departamento de Defensa.
El puesto de jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa es el cargo más importante reservado para los civiles en el Pentágono, porque es quien marca la agenda del secretario de Defensa.
Por su parte, el medio Foreign Policy, que citó tres fuentes conocedoras de estos movimientos, indicó que en el caso de Anderson, quien trabajó para la Administración de George W. Bush (2001-2009) ha sido un despido tras una relación «tumultuosa» con la Casa Blanca de Trump.
Su sucesor, Tata, es una figura leal a Trump, excolaborador de Fox News y ha apoyado en el pasado teorías conspiratorias. Ahora trabajará como el máximo responsable de política del Pentágono, después de que el verano pasado fuera rechazado para el puesto en el Senado por sus comentarios islamófobos y conspiratorios.
El Departamento de Defensa señaló en su nota que, tras el nombramiento el lunes del director del Centro Nacional de Antiterrorismo, Chris Miller, como secretario de Defensa en funciones, este se puso a trabajar de inmediato y que el vicesecretario de Defensa David Norquist permanecerá en el cargo.
Con información de Efe
Respecto a la ignorancia del régimen a contestar el curstionario de la O.N.U., que más podríamos esperar de estas lacras. Se sienten muy fuertes y atornillados en el poder. Deberían hacerle, a estas ratas, lo mismo que se le hizo al dictador Benito Mussolini cuando lo defenestraron.
Ni modo que fuera Trump a meter en ese cargo a un fiel seguidor de Biuden. Por favor!!!
Todos deben igual estar preparados, no debe haber problemas en esa sucesión, siguen los planes y listo.
Así es,,,,,
Las instituciones sólidas y de seguridad nacional funcionan,ya la agenda esta planificada y el cambio de miembros que la dirigen modifica muy poco sus planes,al menos que las sir instancias lo ameriten
Hay que limpiar el charco. No hay duda de qué hay demasiadas ratas que se hacen pasar por conejos.
Se fueron antes de que los metieran presos por cómplices del Secretario alzado que se negó a cumplir órdenes de su jefe.