Algunos lagartos han desarrollado estrategias para que sus colas amputadas vuelvan a crecer, pero, hasta ahora, poco se sabía sobre la capacidad de los aligátores americanos, de mucho mayor tamaño, para regenerarla
Un nuevo estudio mostró que, cuando son jóvenes, los aligátores americanos (Alligator mississippiensis) son capaces de volver a hacer crecer hasta unos 23 centímetros su cola, lo que equivale hasta un 18% de la longitud total de su cuerpo.
Cuando el biólogo Kenro Kusumi abrió el extraño paquete que le había llegado por correo, encontró un tarro de pepinillos lleno de etanol con una cola de aligátor aparentemente deforme.
En su laboratorio de la Universidad del Estado de Arizona, Kusumi estudia cómo regeneran sus colas los lagartos, entre otras cosas. Así que ha visto muchos apéndices animales inusuales, pero el que le enviaron en octubre de 2017 le llamó la atención. La cola estaba descolorida, la punta ligeramente bifurcada y las escamas eran anormalmente pequeñas.
Parecía que se había regenerado tras haber sido seccionada, lo que intrigó a Kusumi. La capacidad de regenerar colas se ha documentado en varios reptiles, como los geckos o las iguanas. Pero nunca se había documentado en aligátores norteamericanos, que pueden alcanzar cuatro metros de largo y necesitan sus colas para mantener el equilibrio e impulsarse por el agua.
El análisis de Kusumi y sus colegas determinó que la cola sí se había regenerado. El equipo también logró estudiar las colas regeneradas de otros tres aligátores. Su investigación, descrita en un artículo publicado en noviembre en Scientific Reports, desveló que los aligátores jóvenes pueden regenerar sus colas hasta 23 centímetros.
«Nos entusiasmamos. Sabíamos que teníamos algo interesante entre manos», cuenta Jeanne Wilson-Rawls, bióloga y coautora del estudio.
Los aligátores se han convertido en los animales más grandes capaces de regenerar apéndices. El descubrimiento podría ayudar a los científicos a comprender cómo se desarrolló esta capacidad y cómo funciona, y posiblemente ser beneficioso para la investigación de la medicina regenerativa en humanos.
Historia de dos colas
Todos los animales son capaces, hasta cierto punto, de reparar heridas mediante la regeneración, pero hay un espectro. Los mamíferos, por ejemplo, pueden regenerar pequeñas cantidades de piel, vasos sanguíneos y nervios secundarios, pero no pueden remplazar extremidades. Otros animales, como el ajolote, no solo pueden regenerar huesos y tejido orgánico, sino que son capaces de remplazar extremidades perdidas con una precisión casi idéntica.
Entre los reptiles, varias especies pueden regenerar la cola, pero estos remplazos no siempre son tan buenos como las originales. Por ejemplo, cuando un anolis verde se deshace de la cola para huir de un depredador, regenera una que está reforzada con cartílago en lugar de hueso. Regenerar un hueso exige mucho más tiempo y energía que regenerar cartílago, por eso podría ser más favorable evolutivamente.
El equipo de Kusumi examinó un total de cuatro colas de aligátores norteamericanos regeneradas que pertenecían a animales que habían sido sacrificados por el Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Luisiana (que le envió el paquete «misterioso» original). Todas procedían de ejemplares jóvenes.
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