Conoce todo sobre las mordeduras de animales y sus tratamientos

Las mordeduras de animales rara vez ponen en peligro la vida, pero si se infectan pueden surgir problemas médicos graves

Las mordeduras de animales plantean un importante problema de salud pública para los niños y adultos en todo el mundo. Sus consecuencias para la salud humana dependerán de la especie animal de que se trate y su estado de salud, el tamaño y el estado de salud de la víctima de la mordedura, y la capacidad de acceder a la atención sanitaria adecuada.

Los seres humanos pueden sufrir mordeduras de un gran número de especies animales; sin embargo, las más importantes son las causadas por serpientes, perros, gatos y monos.

Mordeduras de serpiente

Magnitud del problema

Hasta cinco millones de personas sufren cada año mordeduras de serpiente. Las de serpientes venenosas pueden provocar una enorme morbilidad y mortalidad. Se calcula que cada año se producen 2,4 millones de intoxicaciones por mordedura de serpiente y entre 94 000 y 125 000 defunciones, además de unas 400 000 amputaciones y otras consecuencias graves para la salud, como infecciones, tétanos, deformaciones cicatrizales, contracturas y secuelas psicológicas. Cuando el acceso a la atención sanitaria es deficiente y escasean las antitoxinas, aumenta la gravedad de las lesiones y sus resultados.

¿Quiénes son los más afectados?

La mayoría de las mordeduras de serpiente se producen en África y Asia Sudoriental. Afectan principalmente a personas que viven en zonas rurales de escasos recursos, cuya subsistencia se basa en la agricultura de bajo costo no mecanizada y otras actividades del campo. Los agricultores, las mujeres y los niños son los grupos que con mayor frecuencia sufren mordeduras de serpiente. A la carga que supone este tipo de lesiones se suman sus repercusiones socioeconómicas en las familias y las comunidades. A menudo, las víctimas adultas son la fuente de ingresos del hogar o quienes cuidan de la familia; y las víctimas infantiles pueden sufrir discapacidades de por vida que planteen demandas crecientes a las familias y comunidades.

Tratamiento

Hay unas 600 especies de serpientes venenosas, y aproximadamente entre el 50% y el 70% de sus mordeduras causan intoxicación. Cuando una persona sufre una mordedura, la piedra angular de la asistencia consiste en inmovilizar completamente el miembro afectado y acudir rápidamente a un centro médico. La colocación de un torniquete o la incisión de la herida pueden agravar los efectos del veneno y no deben formar parte de los primeros auxilios. Con frecuencia, las víctimas de mordeduras de serpiente deberán ser tratadas con un suero antiofídico. Es importante que ese suero sea el adecuado para las serpientes endémicas en la región. Otras medidas complementarias son la limpieza de la herida para reducir el riesgo de infección, el uso de tratamientos de apoyo como la respiración asistida, y la administración de la vacuna contra el tétanos antes del alta del paciente en caso de que no esté vacunado adecuadamente.

Prevención de las mordeduras de serpiente y de sus graves consecuencias para la salud

Para prevenir las mordeduras de serpiente debe informarse a las comunidades sobre el riesgo que estas representan y las medidas de prevención que deben adoptarse, como por ejemplo:

-Evitar las zonas de hierbas altas;

-Usar zapatos o botas para protegerse;

-Mantener las zonas de almacenamiento libres de roedores;

-Eliminar los residuos, las pilas de leña o los arbustos bajos de los
alrededores de la vivienda;

-En el hogar, guardar los alimentos en recipientes a prueba de roedores, separar las camas del suelo y remeter firmemente los mosquiteros bajo el colchón.

Para prevenir o limitar las consecuencias graves para la salud, los dispensadores de atención de salud deben estar capacitados para tratar las mordeduras de serpiente, en particular para usar y administrar adecuadamente sueros antiofídicos. Las autoridades de salud pública y los planificadores de políticas deben garantizar el suministro adecuado de sueros antiofídicos seguros y eficaces a las comunidades, los países y las regiones que más los necesiten, y dar prioridad a las iniciativas de investigación dirigidas a determinar con mayor precisión la carga de este tipo de lesiones.

Mordeduras de perro

Magnitud del problema

No existen estimaciones mundiales de la incidencia de las mordeduras de perro, si bien los estudios indican que son la causa de decenas de millones de lesiones cada año. En los Estados Unidos de América, por ejemplo, cada año sufren mordeduras de perro alrededor de 4,5 millones de personas. De estas, casi 885 000 recurren a asistencia médica; 30 000 se someten a procedimientos reconstructivos; entre el 3% y el 18% contraen infecciones, y se producen entre 10 y 20 fallecimientos. En otros países de altos ingresos, como Australia, el Canadá y Francia, las tasas de incidencia y letalidad son comparables.

Los datos relativos a los países de ingresos bajos y medianos están más fragmentados, si bien algunos estudios muestran que los perros son responsables del 76% al 94% de las mordeduras de animales. Las tasas de letalidad por mordedura de perro son más altas en los países de ingresos bajos y medianos que en los países de ingresos altos, ya que la rabia es un problema en muchos de esos países, y puede que no se disponga de tratamiento posexposición y no exista un acceso adecuado a la atención de salud. Se estima que cada año mueren de rabia 59 000 personas, y las mordeduras de perros rabiosos son la causa de la gran mayoría de esas muertes.

¿Quiénes son los más afectados?

Los niños son, en términos porcentuales, las principales víctimas de las mordeduras de perro, y la mayor incidencia se observa durante la primera infancia y la niñez. El riesgo de sufrir una lesión en la cabeza o el cuello es mayor en los niños que en los adultos, lo que se suma a la mayor gravedad de las lesiones, una mayor necesidad de tratamiento médico y mayores tasas de mortalidad.

En algunos países los hombres sufren mordeduras de perro más a menudo que las mujeres. Las mordeduras de perro representan más del 50% de las lesiones causadas por los animales a los viajeros.

Tratamiento

El tratamiento depende de la localización de la mordedura, del estado general de salud de la víctima y de si el perro está vacunado contra la rabia. Los principios básicos de la atención son los siguientes:

-Buscar supervisión médica inmediata;

-Lavar y limpiar la herida;

-Practicar una sutura primaria de la herida si el riesgo de infección es bajo;

-Administrar antibióticos profilácticos en el caso de heridas de alto riesgo o de personas inmunodeprimidas;

-Aplicar un tratamiento antirrábico posexposición en función de si el perro está vacunado contra la rabia;

-Administrar la vacuna contra el tétanos si la persona no está debidamente vacunada.

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