Mi primer CD
Cuando era pequeño recuerdo que mi gran colección de películas y canciones provenían de VHS’s, en el caso audiovisual, y LP’s y cassettes para la música. Era muy afortunado, tenía variedad.
Mi película favorita era El libro de la selva, de Disney. La ponía como 3 veces al día. Esa y Pie pequeño.
Cuando queríamos ver una película nueva, íbamos al club de videos más cercano y nos llevábamos 3 y hasta 5 películas.
Era un momento de felicidad para mí cuando veía a mi papá entrando con una bolsa llena de cajas rectangulares negras. Eso indicaba que las había alquilado y que podíamos pasar el fin de semana viéndolas.
También recuerdo que si nos pasábamos un día en devolver las películas, nos hacían recargo.
Y en cuanto a los LP, mis discos favoritos eran los de Topo Gigio, Popy, Serenata Guayanesa y Juan Corazón.

Mi hermana tenía unos de Juan Gabriel y Kiara. También los escuchaba. Recuerdo que habían unos discos pequeños, los de 45 revoluciones que parecían hijos de los grandes, y resultaban ser más viejos.
Para ponerlos en el tocadiscos había que cambiar a modo 45, sino se escuchaba lento, y si ponías un LP en modo 45 se escuchaba rápido. Era muy cómico. Eso era una forma de divertirse.
Y bueno, con los cassettes conocí por primera vez a Queen, The Rolling Stones y Spandau Ballet (actualmente conocidos por la canción True, versionada por Black Eyed Peas).
Podía pasar todo el día en esta rutina de estímulos artísticos. Me sentía muy cómodo con ellos.
El progreso entra sin tocar la puerta
Un día, como a las 10 pm, mi papá llegó a casa con unas cosas pesadas en la mano. Yo me emocioné, siempre que eso pasaba era algo para nosotros, o para la casa, y no me equivoqué. Traía un «radio nuevo» -yo le decía radio a todo lo que se escuchara- pero era más pequeño y tenía una especie de cajetín dónde cabían 3 discos más pequeños que los de 45. No tenían la aguja con la que se leen los discos de acetato, y eso me llamaba mucho la atención.
¿Qué era eso?
Entonces ahí fue donde sacó una serie de cajitas cuadradas, muy bonitas, donde estaban estos nuevos discos que resultaban ser los CD’s, los discos compactos.
Yo estaba sumamente curioso, y cuál fue mi sorpresa cuando me dijo: «te traigo un regalo» y me dio un CD de mi ídolo, que para ese tiempo tenía unos 2 años de haber descubierto: Michael Jackson.
El álbum se llamaba «Blood on the dance floor», que debo decir, no fue tan famoso como otros éxitos de MJ, más lo amé con el alma por muchos años.
Recuerdo que a diferencia de los LP, que tenían la información de la música en la tapa de cartón, en el CD había un librito con la lista de canciones, las letras, ilustraciones… Y el olor era muy característico, a calcomanía.
De sus canciones amé siempre «Ghost», «2 Bad», «Stranger in Moscow», «Earth Song» y «History».

Mi papá tenía unos CD de salsa que para ese tiempo no me gustaban, de grande sí. «Mucho mejor», es una de las canciones más recordadas.
También tenía unos discos de Rod Stewart y Tina Turner. A todos los conocí ese mismo día y me encantaron. A mis hermanas también les trajo, de los que recuerdo fueron de Aqua (Barbie Girl, Dr. Jones) y Maná «Sueños líquidos».
Yo escuchaba todos.
Usuario con leve resistencia al cambio
Y así fue, ya el tocadiscos estaba siendo desplazado por el nuevo equipo, sin embargo seguí escuchando mis LP’s a la par que mi disco de MJ hasta que la aguja lectora dejó de funcionar.
Los CD’s eran originales, aún no había explotado la piratería de CD’s. El equipo de sonido era tan «puro» que pasando los años, y habiendo los CD’s quemados (léase piratas), estos nunca se pudieron escuchar en él, y no había forma de «chipearlo». Aún tengo ese equipo en casa.
Pasaron los años y lo único que se resistía a pasar de moda era el VHS. Ya el DVD estaba en «todos los hogares» de mis compañeros y en el mío no, y la verdad eso no me avergonzaba en absoluto.
Me sentía muy cómodo con mis películas de cinta, era muy bueno limpiando los 4 cabezales «de diamante» de mi VHS Samsung, ajustarle el tracking, programarlo para que me grabara el Chavo del 8 y el Chapulín Colorado todos los días a las 4 pm en las tardes felices del canal Venevisión. Era tan puntual que un día se me olvidó ponerlo a grabar y mi mamá «llamó» por un teléfono CANTV de la calle al «director» del canal para que por favor me repitieran el programa.
Era mentira, ¡pero qué calma me dio en el momento!
Entropía, obsolescencia y adaptación.
Hasta que le llegó el turno de dañarse al VHS. La demanda de DVD’s era demasiado alta y los clubes de vídeo ya no tenían películas en cinta. Así que nos tocó comprar un DVD y reaprender.
Reaprender y adaptarse. De eso se trata la tecnología.
Guillermo Otero.
14/09/2020.
Acerca de Guillermo Otero
Guillermo Otero vive en Venezuela. Es payaso humanitario / escénico, mimo, e improvisador teatral.
Tiene estudios universitarios en el área de informática y desde hace 10 años también se interesa por el arte escénico y la escritura, la cual ejerce como esparcimiento para contar anécdotas, experiencias, y reflexiones.
Actualmente es profesor del método Clown con su emprendimiento Talleres Co-ClownS, vía online y próximamente, presencial.
Instagram: @geomwave
Facebook: Guillermo Otero
Correo: geomero@gmail.com
Si quieres saber sobre los talleres de payasos escribe a coclown.taller@gmail.com


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