La Música es la poesía del aire
Jean Paul Richter
Un Núcleo es la unidad académica y social donde comienza toda la aventura del saber y hacer musical de “El Sistema”. Los cuarenta y seis años de historia y más de un millón de almas vibrando al son de las musas poéticas del aire, (Richter) tienen su génesis y base en esos núcleos, desperdigados en mucho más de cuatrocientos centros de formación de gran hervidero musical, en todas la ciudades y poblaciones de la ancha Venezuela.
En uno de esos verdaderos seminarios de mística consagración al vivir y soñar la música, iniciamos nuestra formación musical, desde la temprana adolescencia hemos sentido la evolución de esta gran aventura de casi medio siglo de vida que ha dado tanto por la cultura y por un mejor vivir de tanto niños y jóvenes.
Desde allí nos sorprendió el osado comunicado convocando a embarcarnos una vez más, en una alucinante aventura musical, esta vez la de batir un récord mundial, reuniendo a miles de músicos tocando un fabuloso e inédito concierto, que rebasaría todo lo hecho en la historia musical del orbe.
Sólo el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela podía hacerlo, aquella inaudita aventura iniciada por un joven de 36 años en febrero de 1975, y que ha llenado el país de orquestas y coros y regado el suelo fértil de su patria de sonidos, de conciertos y de sueños. José Antonio Abreu sigue haciendo milagros desde su inmortalidad. ¡Bravo Maestro, ahora es que nos das ejemplos y despliegas tu sublime magia!

Y en su honor se organizó el gran evento. La planificación, que se inicia con la escogencia del repertorio que cumpla con las exigencias de la organización que avalaría el Récord Guinness, una obra sinfónica de no menos de cinco minutos de duración, ejecutada simultáneamente y en un mismo espacio por músicos profesionalmente formados, dirigidos por un director de méritos suficientes y sin interrupciones. La obra escogida fue, la ya famosa en toda Venezuela, “Marcha Eslava” en Si bemol menor, Op. 31 de Piotr Ilich Tchaikovsky, estrenada en Moscú el 17 de noviembre de 1876. A esta obra original del gran compositor ruso se fueron agregando con el correr de los días y en apresurado desarrollo, un conjunto de piezas que aunque no fueran requisitos para alcanzar el récord, completarían un verdadero programa de conciertos: El Himno Nacional de Venezuela, El Te Deum, El Merengue del Primer Dedo, El Chamambo, El Aleluya, Venezuela y El Alma llanera. Estas tres últimas con la participación de los Programas Académicos Corales y “Alma Llanera”. Conformando en total más de doce mil músicos en escena.
Para la medición del récord por parte de los técnicos de la organización del Guinness se sumaron más de trescientos supervisores y testigos del concierto, se computaron en efectividad tocando “La Marcha Eslava” 8.573 músicos, bajo la conducción del joven maestro Andrés David Ascanio Abreu. Todo un logro, una experiencia inolvidable para esa multitud de almas vibrantes que tuvimos el privilegio de sentarnos con la mayor emoción y orgullo a hacer historia una vez más en este noble país.
Desde el Núcleo Los Rosales, uno pequeñito y muy nuevo de los Centro académicos, asistimos un contingente de cien personas, entre músicos, profesores, personal administrativo y representantes en funciones de supervisores. La emoción en las caras de los niños me las llevo como el premio mayor a la constancia y sacrificio. Las palabras emocionadas de los padres y representantes, el entusiasmo de los profesores y personal del Núcleo nuestra mayor satisfacción. El Récord Guinnes es para un país todo, cohesionado y sin fronteras ni diferencias ideológicas, que palpita al unísono por su futuro en las caras de esos niños llenas de ilusión y esperanzas. Alexander Lugo Rodríguez. 21 de noviembre de 2021
Curadas | Vía Di-Sonancias
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Catedral de Caracas – Venezuela
Ensamble/Orquesta: Camerata Barroca de Caracas
Conductora: Isabel Palacios