En general, una persona feliz tiende a tener mejor autoestima. Para construirla algunos pensadores proponen conectarse con la realidad, autoaceptarse y vivir con propósito.
La autoestima: Evaluándonos como personas.
¿Alguna vez han sentido que tu existencia no tiene importancia o que no vales lo suficiente?
O también puedes haber sentido lo contrario: que eres muy especial y te mereces halagos y reconocimientos.
Esto se relaciona con el concepto de autoestima.
La autoestima: Tenerla baja no se siente nada bien
Andar por la vida con baja autoestima no se siente nada bien. Y, en el otro extremo, algunos alegan que pretender tener la mejor autoestima puede ser peligroso.
Entonces, ¿tú te amas? Construyamos una autoestima saludable.
La autoestima es la evaluación de nuestra persona, formada por percepciones, pensamientos, sentimientos y comportamientos acerca de nuestro cuerpo, capacidades y manera de ser.
Decimos que alguien tiene una autoestima alta cuando se siente capaz, valioso y aceptado; y baja cuando se siente inútil, despreciado e inadaptado.
La autoestima: Los que pensaron en ella
En el siglo XVIII el filósofo escocés David Hume decía que era importante valorarse a sí mismo, porque eso nos motiva a explorar nuestro potencial.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow la incluyó en el siglo XX en su jerarquía de prioridades: necesitamos ser valorados y aceptados por los demás y tener confianza en las propias cualidades.
En los años 70 la autoestima cobró su mayor fuerza. Su promotor fue el psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden.
«No puedo pensar en ningún problema psicológico que no se deba a la baja autoestima;: desde la depresión hasta el miedo a la intensidad o al éxito; desde la violencia doméstica al abuso infantil», dijo.
Se ha demostrado que las personas con mejor autoestima son más proclives a perdonar a sus amistades, tienen menos riesgo de presentar bulimia, ansiedad y desórdenes emocionales.
En general, una persona feliz tiende a tener mejor autoestima.
Propuesta de seis pilares
Para construir una mejor autoestima Branden propone seis pilares.
Vivir conscientemente: conectarte con la realidad y no vivir ni en el pasado ni en el futuro. Hazte presente en cada momento de tu vida.
Autoaceptación: darte cuenta de tus limitaciones, sobre todo de tus fortalezas y potencialidades.
Autorresponsabilidad: las responsabilidades de la vida son retos, Responde a ellas no como víctima sino como una persona autónoma.
Autoasertividad: vivir, hablar y actuar con autenticidad respetando tus sentimientos y convicciones más profundas.
Vivir con propósito: usa tus poderes para alcanzar metas que consideres importantes. Tus propósitos te mantienen en movimiento.
Integridad personal: que tu conducta refleje realmente tus convicciones e ideales, independientemente de si te observan o no.
Objeciones a tales ideas
Tal concepto de autoestima se ha topado con dos objeciones principales.
La primera es que proviene de una perspectiva individualista: Branden estuvo muy vinculado con el movimiento objetivista de la filósofa rusa Ayn Rand., que tendía a despreciar la interacción entre individuo y sociedad.
La segunda objeción es del psicoterapeuta norteamericano Albert Ellis: alega que los humanos no somos objetos inertes a los que se les deba calificar de acuerdo con ciertos requisitos arbitrarios.
Hacer que nuestro valor como personas dependa de nuestros rasgos físicos, logros, habilidades o falta de ellos no es ético ni racional.
Si me veo bien en el espejo
Los psicólogos Richard M. Ryan y Kirk Warren hablan de autoestima contingente, aquella que depende de que tan bien me salen las cosas.
Si me veo bien en el espejo, tengo éxito o la gente me elogia mi autoestima sube.
Estos son impulsos a la autoestima pero son de poca duración y profundidad. Si algo me sale mal, alguien me rechaza o mi aspecto no es bueno la autoestima baja.
Los narcisistas son un ejemplo extremo: tiene alta autoestima pero para mantenerla requieren de constante afirmación de ,los demás.
Incluso, mi autoestima puede ser contingente si depende de qué tanto mi yo real se ajusta a mi yo ideal.
Por ejemplo, si me considero una persona valiente pero un día no actúe con valentía baja mi autoestima.
El peligro es que eso puede llevarme a la depresión y al suicidio.
El concepto no contingente
Para ello Ryan y Brown proponen una autoestima no contingente: Experimentar a mi persona como fundamentalmente digna de estima y amor, sin supeditar ese amor propio a mi apariencia o éxitos.
¿Cómo construir una autoestima no contingente saludable?
Pues se va formando desde el amor que recibimos en nuestra infancia. El amor se produce a través de la acción, y surge donde hay confianza, compromiso cuidado, conocimiento, respeto y responsabilidad.
De ese amor recibido se nutre nuestro amor propio.
Padres, madres, familiares y maestros que dan cariño a niños de manera incondicional, que los corrigen sin degradarlos y que festejan sus logros construyen un fuerte amor propio.
¿Pero y si no recibí esa clase de amor?
No hay que quedarnos atorados en el pasado, se puede mejorar la autoestima pero requiere de un cambio radical en la forma de ver mi persona, verme como un proceso que está ocurriendo.
Modificar patrones de pensamiento y comportamiento
Las personas no son cosas, son sistemas biológicos y psíquicos que están en constante cambio.
Es posible modificar de manera activa los patrones de pensamiento y comportamiento para volverlos constructivos.
¿Cómo modificarlos?
Primero, exprésate tu amor propio: todos los seres con conciencia deseamos la felicidad y por lo tanto el bien. La bondad básica ya está ahí. Recuerda que tienes valor sencillamente por ser tú.
Concéntrate en actuar, no en juzgarte: cuando evalúes los resultados de tus acciones no califiques a tu persona. Si algo te salió mal ve si puedes enmendarlo, si no procura hacerlo mejor la próxima vez.
Si algo sale bien, además de tu mérito, siente agradecimiento por las personas y circunstancias que incidieron en ello.
Medita: estudios determinación que la meditación Maitri tiene un buen efecto en la mejora de la autoestima no contingente.
Está orientada a reconocer esta bondad básica y despertar el amor y la habilidad hacia nosotros mismos.
Finalmente, busca ayuda: si tienes dificultades una manera de propiciar este proceso y reconstruir la autoestima es a través de la terapia psicológica, especialmente la terapia cognitiva conductual.
Varios especialistas coinciden en que las personas que piensa menos en su autoestima, que se enfocan más en sus acciones, en los demás y menos en sí mismas son quienes tienen la autoestima más saludable.
Tomado de CuriosaMente.
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