Son muchas las artistas venezolanas que a lo largo de su carrera profesional han mantenido su talento y popularidad, a través de los años. Sin duda alguna, Lila Morillo es una de ellas. Durante décadas ha logrado la atención de los medios y sus seguidores, bien sea por sus novedades musicales o por aspectos de su vida personal y familiar que atraen a multitudes.
Confieso que nunca he sido fan de la intérprete zuliana. Pero por razones periodísticas, siempre ha existido un poco de interés de mi parte por saber lo que hace. Especialmente cuando era estudiante de Comunicación en mi histórica Universidad Central de Venezuela y cuando coordinaba la página de espectáculos del diario El Informador de Barquisimeto.
Creo que el punto de mayor interés fue a mediados de los años ochenta, cuando Lila y José Luis Rodríguez, finalmente, se divorciaron. Esa noticia estuvo en el Top Ten por semanas y siempre se presentaba un cuento nuevo para “darle más cuerda”.
Y aunque han pasado décadas de ese desenlace, no hay entrevista en la que, por lo menos, se le pida a Lila algún comentario sobre El Puma, en cualquier lugar donde ella se encuentre.

Una pauta periodística sorpresiva
Recuerdo que en noviembre de 1988, cuando formaba parte del equipo de periodistas del diario El Informador de Barquisimeto, me estaba preparando para disfrutar mis vacaciones anuales. Me faltaban dos días para irme, para viajar por otras latitudes.
Pero hubo un stop en el camino, ya que mi jefe me dijo que en vez de irme el miércoles, saliera de vacaciones el viernes. Mi respuesta fue un rotundo no. Pero su respuesta fue que debía quedarme, porque ese viernes llegaría a la capital larense Lila Morillo y yo debía entrevistarla.
Pues, no me quedó de otra que cambiar mis planes y aceptar el compromiso.
Un agradable encuentro de Lila Morillo con la prensa
La cita con la intérprete de la canción La Jaula de Oro, fue en el Restaurante Tiuna. Allí se congregaron los diversos representantes de los medios de comunicación social. Periodistas, animadores, locutores, productores, reporteros gráficos y “coleados” llegaron temprano para no perderse ningún detalle de la diva zuliana.
La espera fue larga, pero la mayoría comentó que valió la pena, ya que Lila llegó con su equipo de trabajo desbordando alegría y saludos. Besos y abrazos, para los conocidos. Sonrisas, para los que veía por primera vez. La cola fue larga para verla de cerca y esa “función” duró casi una hora.
Por fin, alguien dijo: “Que comience la rueda de prensa”. Y todos, como niños en la escuela, se sentaron en sus correspondientes lugares.

Preguntas van, preguntas vienen para Lila Morillo
No olvido que el objetivo central del encuentro con la prensa era anunciar todos los detalles del show musical que estaba presentando en las principales ciudades de Venezuela. Barquisimeto era una de las plazas más importantes de esa gira.
Luego de manifestar su satisfacción por este espectáculo que la reencontraría con su público venezolano, llegaron las preguntas de los presentes.
Eran muchísimas. Y la mayoría relacionada con su vida, luego de su divorcio. Ya tenía dos años de soltera y algunos querían saber cómo estaba su corazón. Entre risas y explicaciones cortas, La Reina del Cocotero salió airosa del compromiso. Y así dio por terminado su compartir con los medios de comunicación de Lara.
Realmente fue un encuentro muy agradable por su simpatía y buen humor, aunque más breve de lo esperado por la agenda que debía cumplir en la región.
Un plus dedicado a El Informador
Afortunadamente, los promotores responsables de la gira de Lila eran mis amigos. Así que logré un tiempo extra para hablar con ella sin interrupciones. Y a pesar de la presión y el apuro, hablamos de otros temas, como sus nuevas composiciones, canciones de otros autores, su regreso a la televisión como actriz y diversos planes que la tenían muy entusiasmada.
Lo mejor de todo es que me quedó el recuerdo de la tradicional foto durante la entrevista.
Sobre José Luis Rodríguez no hablamos. Pero en ese momento, no imaginé que tendría la magnífica oportunidad de entrevistarlo en el marco de la Feria Internacional de Barquisimeto, que se realizó en el año 2006. Si quienes saber cómo lo conocí, te invito a leer mis Vivencias con José Luis Rodríguez.
Definitivamente, Lila Morillo es única. Para mí es muy satisfactorio haberla conocido y entrevistado. Siempre será noticia y sus fans la seguirán adorando, porque aman a su Maracucha de Oro. Por ello, forma parte de mis inolvidables Vivencias.

Hasta la próxima.
Saludos y bendiciones.
Milagros S. Castro
@milicas33
Lila Morillo es única,talentosa nuestra maracucha de oro,artistas van y vienen lila siempre a mantenido su fama presente…nunca pasa de moda por eso para muchos es nuestra octava bandera de Venezuela…