Yuba, 14 abr (EFE).- Los pequeños grupos rebeldes sursudaneses que no aceptaron los acuerdos de paz de 2018 que pusieron fin sobre el papel a la guerra civil ni su versión «revitalizada» de 2020 están dispuestos ahora a regresar a Roma para dialogar y buscar la estabilidad para el país más joven del mundo.
Portavoces de grupos rebeldes sursudaneses confirmaron a Efe su disposición a negociar para reactivar el acuerdo de paz, pero solo si se reanudan las conversaciones en Roma, tal y como se hizo para el acuerdo de 2020 y si cesa a violencia por parte del Gobierno de Yuba.
Y desde el Gobierno sursudanés también se pide a los grupos que rechazaron firmar la paz que se unan al proceso, como también dijo a Efe Tut Gatluak, asesor del presidente de Sudán del Sur para asuntos de seguridad.
«Pedimos a nuestros hermanos que no se sumaron al acuerdo de paz que se unan a nosotros en el proceso de implementación del acuerdo para restaurar la estabilidad en Sudán del Sur y prepararse para el desarrollo, ya que no existe ningún beneficio en la guerra», dijo a Efe Gatluak.
Este desarrollo se produce apenas semanas después de una crisis en el seno del Gobierno de Yuba entre el presidente, Salva Kiir, y el vicepresidente, Riek Machar, principal líder rebelde que aceptó los acuerdos de paz pero quien se retiró de los mecanismos de control del pacto debido a la lentitud en la implementación de los mismos.
ACUERDO DE ROMA
En 2020 se firmó en Roma una declaración para revivir el acuerdo de paz de 2018 que supuso, sobre el papel, el fin de la guerra civil en el país más joven del mundo, un acuerdo que sin embargo no evitó la continuación esporádica de ataques entre los diversos bandos en conflicto.
Las fuerzas de Kiir y las de Machar acordaron entonces un plan de paz cuya implementación ha sido lenta y que no impidió que las fuerzas opuestas se enfrentaran con frecuencia.
Bajo los auspicios del Vaticano (los líderes sursudaneses son cristianos), el acuerdo de 2020 alcanzó también a los grupos que no firmaron el acuerdo de paz original y allí se estipulaba su participación en los mecanismos de vigilancia del alto al fuego, aunque luego la violencia impidió que se acatara el pacto.
Ahora son estos rebeldes sursudaneses los que quieren ir a Roma.
DISPUESTOS A NEGOCIAR
Una iniciativa de diálogo lanzada por la Iglesia Católica para mediar entre el Gobierno y quienes rechazaban el acuerdo de Roma se paralizó en agosto de 2021 debido a la muerte de dos monjas en una emboscada en la carretera de Yuba-Nimule, de la que se responsabilizó al movimiento rebelde Frente de Salvación.
Las facciones armadas que rechazan la rúbrica que salió de Roma incluyen a varios grupos rebeldes, entre ellos, el movimiento Frente de Salvación dirigido por el general Thomas Cirilo Swaka, y el Frente Unido dirigido por el exjefe de Estado Mayor Paul Malong Awan.
«Nosotros y el resto de los grupos que rechazan el acuerdo de paz revitalizado estamos listos para volver a la mesa de negociaciones, siempre que el Gobierno se adhiera al proceso de alto al fuego y cese los ataques provocadores que está llevando a cabo en las zonas donde están nuestras fuerzas», asegura a Efe Soba Samuel, un portavoz del Frente de Salvación.
Además, dice que están dispuestos «a retomar las conversaciones de paz» solo si es en Roma, como se hizo para el acuerdo de 2020 en una iniciativa en la que medió la comunidad de Sant’Egidio.
NO HAY OTRA OPCIÓN
Ismael Wais, enviado para Sudán del Sur de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en el Este de África (IGAD), bloque regional de países que media también en el conflicto, afirmó a Efe que «la cuestión principal es cómo reunir al resto de los grupos que rechazan el proceso para que formen parte de la implementación del acuerdo de paz».
Subraya que «no hay otra opción» para el país más joven del mundo, que se independizó de Sudán en 2011 y que ha vivido prácticamente en una crisis humanitaria y política desde su fundación.
El analista político y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Yuba, James Ukuk, pidió al Gobierno y a los grupos opositores al acuerdo de paz que regresen a la mesa de negociaciones de Roma.
«Ahora el Gobierno habla de implementar el acuerdo de paz firmado con algunas facciones de los rebeldes sursudaneses, pero el país no vive una situación de estabilidad debido al conflicto en Ecuatoria y el Alto Nilo», asegura a Efe.
La violencia armada en la región de Ecuatoria, al sur de la capital Yuba (sur), y el Alto Nilo, en el noreste, entre el Gobierno y los grupos que rechazan este acuerdo se ha reanudado con más fuerza, lo que ha provocado el desplazamiento de miles de civiles, además de interrumpir la entrega de ayuda humanitaria a las personas atrapadas en el conflicto. EFE
Curadas | Vía Agencia EFE
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