Sin las moscas habría un caos porque se acumularía el material en descomposición en cantidades inimaginables
Cuando se habla de moscas se tiene la idea de que son sucias, molestas y transmiten enfermedades. Se trata de especies dedicadas a reciclar la materia orgánica en descomposición (frutas, verduras y cadáveres), capaces de mantener el equilibrio ecológico del planeta.
Nadie puede discutir que las moscas son muy molestas y son sinónimo de suciedad. Sin embargo, brindan un rol muy importante para el ecosistema.

Eduardo Parra, ingeniero agrónomo y entomólogo, retirado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), explicó el papel de estos insectos.
Parra señaló que «los dípteros, las moscas, de todas las familias, son insectos que provocan la degradación las heces, el estiércol, las defecaciones, y toda la materia orgánica en descomposición».
Algunas moscas comen frutas y verduras en descomposición, otras se encargan de los cadáveres y muy pocas comen seres vivos. Cada una tiene una función y no compiten entre ellas mismas. Las moscas que comen material vegetal existen desde hace 150 millones de años, y se han identificado más de 27 mil especies del género Drosophila.

También indicó que «degradan, destruyen la materia descompuesta, las defecaciones y la van transformando en otro elemento mejorador de la estructura del suelo e incluso aportan nutrientes y fertilizantes a las raíces de las plantas, función realmente muy importante».
«El aporte que hacen las moscas al ecosistema es reducir la materia orgánica en descomposición y transformarlos en elementos útiles para el suelo y para la fertilización de las plantas», dijo el especialista.
Otras funciones
Desde hace más de 100 años las moscas se han investigado en laboratorios de experimentación, por ello, fueron de los primeros organismos en obtener su genoma completo.
Hoy, se sabe que el 70 por ciento de su ADN es igual al del humano, y de este porcentaje, el 75 por ciento está asociado con enfermedades de la humanidad. Así, los investigadores estudian diversos males, desde la infertilidad, diabetes, hasta la enfermedad de Parkinson.
Por ejemplo, si se estudian los genes asociados al Parkinson en la mosca, se entenderá cómo se regulan, qué sustancia enardece la respuesta y cuál la disminuye o retrasa. “Podríamos aplicarlo en humanos”.
Otro caso de estudio es la infertilidad. Hay una especie que en algunos casos no se reproduce, entonces ¿cuál es la razón?, ¿será la misma que en los hombres? Si se detectan similitudes, podría cambiar la infertilidad en los seres humanos.
Tomado de MENDOZA POST
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Entonces hay que proteger a las moscas… XD.