Hablamos de alguien con talento analizando conceptos y desarrollándolos para ayudar a entender mejor al mundo, cómo está conectado todo y por qué las cosas son como son
Ser muy inteligente puede ser un problema.
¿Qué es la inteligencia?
Sabemos que no es tan sencillo como un resultado de coeficiente intelectual.
La inteligencia es un constructo completo y multidimensional que puede significar varias cosas distintas según la persona.
Por eso puede ser difícil ponerle palabras a lo que representa todo.
A pesar de la definición a la que te adhieras todos podemos coincidir en una cosa: identificas la inteligencia cuando la ves.
Una persona altamente inteligente es alguien con talento analizando conceptos y desarrollándolos para ayudar a entender mejor al mundo, cómo está conectado todo y por qué las cosas son como son.
Esta gente tiene logros académicos y acaban convirtiéndose en líderes exitosos y pioneros en su campo.
¿Te preguntas si eres uno de ellos?
Veamos dificultades que solo las personas altamente inteligentes entenderán.
Ser muy inteligente puede ser un problema: Te aburren las conversaciones superficiales
Si aluna vez has escuchado la cita «las grandes mentes hablan de ideas, las mentes promedio hablan de eventos, las mentes pequeñas hablan de la gente» esto es lo que significa.
Las personas altamente inteligentes no se sienten atraídas por los detalles de la vida que no consideran importantes.
Hablar del partido o del jardín de los vecinos no es un tema del cual crean que es obligatorio referirse.
Más bien disfrutan hablando de ideas y de conceptos y de cualquier cosa que vaya desde las artes a las ciencias.
Piensan en lo profundo, lo abstracto, lo que invita a la reflexión. Lo que significa es que la conversación intrascendente les resulta extenuante y una pérdida de tiempo.
Eres cuidadoso con tus palabras
¿La gente a tu alrededor te describe normalmente como reservado o demasiado serio?
Mucha gente inteligente tiende a pensar más de lo que habla.
Esto quiere decir que si deciden compartir algo es muy probable que lo hayan considerado desde todos los puntos de vista posibles, con fundamentos y lógica para respaldar las conclusiones a las que han llegado.
Toda esta preparación, sin embargo, puede dar lugar a largos silencios mientras construyen el pensamiento.
Esto hace parecer a la persona reservada o demasiado seria.
Ser muy inteligente puede ser un problema causando torpeza social
Aquí es donde entra la figura cinematográfica del sabelotodo.
Lo has visto antes: en la lista de clases con la mirada perdida mientras piensa la respuesta que es esperada en silencio.
O sus comentarios embarazosos hechos justo en el peor momento haciéndole ganar el desprecio de los chicos populares para siempre.
Los medios muestran esto de manera exagerada. Sin embargo, no están equivocadas del todo.
Esta torpeza está respaldada por investigaciones.
Un estudio de 2015 muestra que la gente con mayor cociente intelectual tiende a tener un cociente de inteligencia emocional más bajo, que es lo que nos ayuda a formar relaciones y perfeccionar nuestras habilidades sociales.
La vida es cuestión de equilibrios.
Ser muy inteligente puede ser un problema para hacer nuevos y buenos amigos
¿Hacer amigos de verdad y encontrar tu grupo resulta un desafío para ti?
Algunas personas se sienten bastante intimidadas por la inteligencia y la percepción de que alguien es demasiado inteligente para ellas.
No logran sentirse identificadas o quizá no se sientan lo suficientemente inteligentes.
A la gente, por lo general, no le gusta sentirse así, por lo cual su respuesta es simplemente no hacerse amigo del inteligente.
Una persona altamente inteligente sigue siendo una persona y como tal siente soledad.
Si te sientes identificado con esto quizá pienses «si es mi inteligencia lo que aleja a las personas de mí, debería entonces hacerme el tonto para que me acepten».
Por suerte te sientes atraído por personas de tu mismo nivel intelectual. Podrán ser pocos pero están ahí afuera.
Ser muy inteligente puede ser un problema para salir
Si eres altamente inteligente es probable que muchas situaciones sociales te resulten difíciles.
No eres muy bueno con las conversaciones triviales y te resulta arduo hacer amigos.
¿Qué efecto tiene esto en una perspectiva más amplia?
Puede significar que no sales mucho porque te centras demasiado en lo académico, sumergiéndote en el trabajo y más trabajo.
Incluso, si por lo general disfrutas del desarrollo académico el gran desequilibrio entre el trabajo y la integración social a la larga te conduce a un exceso de trabajo, infelicidad y posiblemente a una baja autoestima.
Eres demasiado analítico
¿Alguna vez has escuchado parálisis por análisis?
Esto es un problema común para las personas altamente inteligentes.
Ocurre cuando te paralizas por necesitar siempre tener la opción correcta, la más acertada o tomar la mejor decisión.
¿Luchas siempre con la indecisión?
Es como cuando piensas a fondo en todos los ángulos antes de decir algo en una conversación.
Haces lo mismo antes de tomar una decisión o dar una respuesta. También tiendes a poder encontrar tantos ángulos diferentes, pros y contras que puede acabar volviéndote aún más indeciso.
Hay tanta información entrante que bloquea la salida.
Tu mente pide ejercicio constantemente
Si eres una persona altamente inteligente disfrutas si necesitas estimulación intelectual constante.
Presumiendo tu mente tiene antojos. Sueles hacer querer cosas que conecten con tus habilidades mentales, que te sumerjan en un nuevo descubrimiento y que te dejen estirar los músculos de pensar.
Esto significa que las tareas cotidianas sencillas son problemas ya resueltos que se sienten como una carga.
En poco tiempo tantas de ellas nos parecen un «esto ya lo hice antes» que la búsqueda del próximo reto resulta ardua.
Ser muy inteligente puede ser un problema por la constante presión para triunfar
«Con gran inteligencia viene grandes expectativas».
Si eres una persona altamente inteligente probablemente hayas sentido una presión indirecta para triunfar.
¿De quién? De todos.
Pero sin embargo mucha presión viene de dentro.
Cada vez que tu amigo casualmente dice «¿y bien?, ¿otro sobresaliente este semestre?»; o «¿nos invitas a unos tragos por ser el empleado del mes otra vez?»
Una parte de tu mente te da un empujoncito diciéndote «este es tu sitio, necesitas estar aquí siempre».
Por lo que terminas presionándote constantemente para demostrar tu inteligencia.
Lo que lleva a unas tendencias perfeccionistas exacerbadas y a un poco saludable y desproporcionado miedo al fracaso.
Tomado de Psycho2Go Español.
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