El burnout es un estado negativo de cansancio emocional, físico y mental causado por estrés excesivo y la incapacidad para superarlo.
Burnout y pereza se parecen pero no son lo mismo.
¿Cómo saber que se trata de burnout y no de pereza?
¿Últimamente pasas la mayor parte del tiempo en la cama, acostado y sin hacer demasiado?
¿Eres una persona que se cansa fácilmente y a la que no le gusta hacer nada?
¿Etiquetas este comportamiento como simple pereza y nada más?
Burnout y pereza: Tienen muchas coincidencias
De hecho, existen muchas coincidencias entre el burnout y la pereza que pueden hacer difícil el diferenciarlos.
El burnout o agotamiento es un «estado negativo de cansancio emocional, físico y mental causado por un exceso de estrés y la incapacidad para superarlo».
Desde 2010 una encuesta revelò que aproximadamente el 75 % de los adultos en Estados Unidos ha experimentado síntomas de burnout, con más del 40 % siendo casos más graves.
Ahora más que nunca se ha vuelto fundamental educar y entender mejor la naturaleza del burnout.
Veamos indicadores de que lo que puedes estar acusando no es pereza sino burnout.
Te sientes desconecto de todo: Burnout y pereza
¿Te encuentras llevando a cabo tus actividades diarias como si estuvieras en piloto automático?
¿Tienes la sensaciòn de estar separado de ti mismo?
Si sufres de burnout una de las cosas que puedes estar experimentando pero sin darte cuenta o entenderlo es la despersonalización.
Las personas que atraviesan por despersonalización, más comúnmente aquellas que están lidiando con un trauma, reportan que sienten una extraña clase de vacío y entumecimiento emocional.
Es como si estuvieran observando la vida fuera de sí mismas.
Ya no se sienten como ellos mismos, no se sienten interesados por nada y constantemente luchan contra la abrumadora sensación de impotencia e incapacidad de retomar el control de sus vidas.
Burnout y pereza: Solías estar motivado
La pereza es un rasgo de la personalidad y los rasgos de la personalidad tienden a permanecer estables en el tiempo.
Una persona perezosa nunca tienes ganas de esforzarse o de ponerle dedicación a las cosas.
Pero si solías tener automotivación y lograbas lo que querías, a menudo sobresaliendo en ciertas áreas, y es solo últimamente que te sientes agotado y te has vuelto apático, entonces es muy probable que estés sufriendo de burnout y no de pereza como la mayoría pensaría.
Solías ser apasionado: Burnout y pereza
Una clara diferencia entre alguien que tiene burnout y alguien que tiene pereza es que el primero solía tener cosas que lo apasionaban, pero ahora puede tener dificultades para encontrar interés y disfrute.
Ya sea un un talento, deporte o simplemente tu desempeño académico o profesional.
El burnout puede dificultarte hacer las cosas que alguna vez amaste o te apasionaban.
Puede que incluso llegues a odiarlas o sentir resentimiento hacia ellas por haber trabajado en exceso o por haberte presionado al límite.
Burnout y pereza: Estás malhumorado e irritable
¿Sientes que de repente te irritas con facilidad?
¿Te sientes a menudo emocionalmente fuera de control sin saber por qué?
Los cambios de humor y la irritabilidad son señales comunes del burnout pero a menudo ignoradas.
Así que si has empezado a tener problemas para controlar tus emociones especialmente cuando esto nunca fue una dificultad para ti, esta pueda ser la razón.
Las personas perezosas, por otro lado, contrastan mucho con esto porque con frecuencia están relajadas, despreocupadas, plácidas, y no se ven afectadas por las cosas.
Has desatendido tu cuidado personal
Una de las señales de advertencia más angustiantes de que alguien puede estar agotado emocional y físicamente es que empieza a ignorar su cuidado personal y a retraerse socialmente.
Hay cambios preocupantes en tus patrones de alimentación y descanso; dejas de esforzarte por arreglarte y verte bien y pasas la mayor parte del tiempo sin hacer nada porque te agotas con facilidad.
La diferencia entre el burnout y la pereza recae claramente en el hecho de que tu no siempre fuiste así.
Estos cambios ocurrieron gradualmente
Debes saber que el burnout se desarrolla por etapas.
Todos sus síntomas no sucederán de la noche a la mañana.
Los estudios indican que existen cinco fases principales de burnout, cada una con grados crecientes de gravedad.
La fase de luna de miel, la aparición de estrés, el estrés crónico, el agotamiento y el agotamiento habitual.
Muchas personas empiezan a experimentar síntomas ya en la segunda fase, donde la cantidad de estrés es aún moderada, pero el optimismo, el interés, la motivación y el desempeño comienzan a disminuir.
Para cuando llegas a la quinta y última fase el burnout está tan arraigado en tu vida que la fatiga mental y física persistente se vuelve más y más difícil de tratar.
Eso te hace más vulnerable a desarrollar depresión y ansiedad.
Identificar temprano los signos del burnout hace que que sea más fácil recibir ayuda y recuperarte.
Por eso es tan importante crear conciencia sobre el burnout en lugar de descartarlo simplemente como pereza, como la mayoría de las personas suele hacer.
Tomado de Psych2Go Español.
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